Ni es la bazofia pornográfica que ha escandalizado a algunos ni es la mejor novela del siglo como pretenden otros; es una buena novela sobre los miedos y el deseo de las mujeres maduras. Algo demasiado cercano para ser objetiva con ella.
Es el miedo inmenso a envejecer y dejar de ser deseable, con la palabra la menopausia rondando todo como una tormenta. En un mundo de hombres (y cada vez más de mujeres) que tienen el sexo como uno de los grandes valores, nadie existe si no genera atracción
En esta lucha contra el tiempo, la protagonista primero intenta huir y hacer un viaje sola a Nueva York pero en la primera etapa ese destino se truncará porque aparecerá un hombre y con él el deseo que comienza a funcionar como el perfecto escudo frente a los miedos.
A partir de este momento comenzará una compleja historia de deseos y erotismos nunca conclusos que transportan a la mujer a una nueva adolescencia en donde la vida se vive con ansias y prisas
Entre ellas, entre masturbación, tampones, bailes en redes sociales u orina, la mujer pensará sobre el tiempo, la maternidad, la pareja, y sobre todo en ella misma y en todos sus fantasmas. Pero lo tendrá que hacer deprisa, pues todo es una carrera sin fin hacia delante en su lucha contra esos estrógenos, también en huida.
En ella celebrará conversaciones con sus amistades para conocer sus tácticas ante la nada que la persigue y regresará a su lado más lesbiano dormido desde hace años.
Y hasta aquí la novela que a mi me interesa; el patético final se lo ahorro pues después de tanto deseo y sexualidad es como volver a Blancanieves.
Sara
ÍNDICES DE LECTURAS
Sara