miércoles, 30 de septiembre de 2015

SANTA TERESA DE JESÚS: FUNDACIONES, ÉXTASIS, VISIONES Y ESCRITURA


La figura de Santa Teresa de Jesús tiene numerosos perfiles y ya en vida suscitó todo tipo de reacciones que se multiplicaron desde su muerte y canonización, generando numerosas iconografías.

Por un lado tenemos a la Santa Teresa reformadora de la orden del Carmelo (para darle una mayor sobriedad y espiritualidad) en su vertiente descalza, plenamente contrarreformista
Fundaciones de la santa. Convento de la Encarnación. Ávila

Es una frenética actividad de fundaciones (desde la primitiva de San José de Ávila) para la que utilizó todo su magnetismo personal, involucrando a numerosos estamentos, desde eclesiásticos a burgueses enriquecidos y nobles (como sucedió con la princesa de Éboli) y la ayuda del propio monarca, Felipe II.
La radicalidad de su reforma desembocará en una verdadera guerra civil entre calzados (Papado) y descalzos (Monarquía) que terminará en la prisión de su principal colaborador, San Juan de la Cruz
Lugar en donde comenzó la santa su vida religiosa y, al pasar los años, en donde actuará como Priora de la comunidad ya reformada

Otra Santa Teresa, mucho más íntima y discutida a lo largo de su vida es la Teresa mística, aquella que sufre éxtasis y visiones, acercándose peligrosamente al fenómeno de los alumbrados y por lo que fue investigada en varias ocasiones por la Inquisición, intentando desvelar la verdadera mística de las múltiples imposturas que se suceden en el siglo XVI español, como iluminados y alumbrados.

Curiosamente, esta Santa Teresa será mucho más representada fuera de Italia (el famoso éxtasis de Bernini), siendo mucho más habitual en lo español la idea de la visión tranquila.
Visión de Santa Teresa. Ribera
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Y aún hay una tercera santa, la intelectual y escritora que intentó desmenuzar tanto sus fundaciones como las visiones místicas (por todo este quehacer será nombrada doctora de la Iglesia), siendo muy habitual su representación con la pluma en la mano, presta a escribir
Santa Teresa. Gregorio Fernández
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Alguno de sus temas y obsesiones serán típicamente contrarreformistas, como la reivindicación de la figura de San José o las ánimas del Purgatorio.

San José y el Niño en la fachada de la primera fundación de Santa Teresa. San José de Ávila
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Santa Teresa y las ánimas del Purgatorio
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También terminó por desarrollar un verdadero estilo arquitectónico en sus fundaciones gracias a tracistas sacados de sus propios frailes (como fray Alberto de la madre de Dios)
Convento del Corpus o de las carmelitas de Afuera en Alcalá de Henares. Fray Alberto de la Madre de Dios

Incluso tras su muerte reafirmó un tema tan contrarreformista como el culto a las reliquias como vimos en un artículo dedicado a Alba de Tormes
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Con su santificación, Santa Teresa será requerida por algunos sectores de la sociedad española (los más progresistas) como nueva patrona, tal y como vimos aquí.

Junto a ella, inevitablemente, aparecerá la figura de su principal seguidor, San Juan de la Cruz, pero también la de San Francisco Javier o la de San Pedro de Alcántara


Una magnífica novela histórica para conocer más a la santa


martes, 29 de septiembre de 2015

EL CRISTAL ROMANO


Los romanos conocían la técnica del cristal (tanto sobre molde como soplado) con el que realizaron numerosas jarrillas (muchas de ellas para perfumes).




Sin embargo, su técnica no le permitía realizar cristales planos de gran tamaño y resistencia (los necesarios para las ventanas). Para ello utilizaban un tipo de yeso (lapis specularum) que puedes ver (en bruto y trabajado) en la foto.

El yeso es una roca sedimentaria (evaporita) que se exfolia fácilmente, utilizando estas láminas convenientemente pulidas como cristal.

En Hispania romana uno de los grandes centros de producción fue la zona de Segóbriga (Cuenca), cuyas piezas se han llegado a encontrar en Pompeya


En sus enterramientos hemos podido darnos cuenta de la baja esperanza de vida de estas poblaciones mineras (el 20% no cumplía los 10 años)

Herrramientas mineras romanas



lunes, 28 de septiembre de 2015

LAS SENTENCIAS DE MAIRENA (3)

De lo uno a lo otro es el gran tema de la metafísica. Todo el trabajo de la razón humana tiende a la eliminación del segundo término. Lo otro no existe: tal es la fe racional, la incurable creencia de la razón humana. Identidad = realidad, como si, a fin de cuentas, todo hubiera de ser, absoluta y necesariamente, uno y lo mismo. Pero lo otro no se deja eliminar: subsiste, persiste; es el hueso duro de roer en que la razón se deja los dientes. Abel Martín, con fe profética, no menos humana que la fe racional, creía en lo otro, en “La esencial Heterogeneidad del ser”, como si dijéramos en la incurable otredad que padece lo uno.

sábado, 26 de septiembre de 2015

El libro del sábado. TAVARES. BARRIO

El señor Valery tenía una casas sin volumen donde pasaba las vacaciones. La puerta y la fachada eran las únicas cosas que existían.
- En los dos sentidos se puede entrar y salir - decía el señor Valéry, muy feliz

Un Chiado intelectual verdaderamente asombroso.
Una república de sabios posmoderna antiplatónica o nuevamente platónica, quién sabe
Tavares ha rizado el rizo y ha creado una ¿novela? magnífica, a veces hilarante y a veces terrible, que pasa de la geometría de las emociones a la patafísica, el compromiso político (tan sólo disfrazado de posmodernidad leve), la poesía...


El libro es en verdad, muchos libros, cada uno dedicado a un "señor" con el mismo nombre (y, en el fondo, mucho homenaje oculto) de grandes pensadores y escritores modenos.
Cada uno de ellos cuenta sus reflexiones o es contado por el narrador.
A mi particularmente me han fascinado:
Valéry y sus pensamientos patafísicos, a mitad de camino entre lo obvio y la poesía.
Las historias narradas por el "señor" Brecht, marcadas por el compromiso.
La ácida crítica hacia la política y las jefaturas del "señor" Kraus.
Las autoentrevistas de Breton mientras reflexiona por la poesía.
Las maravillosas historia del "señor" Calvino, que entran de lleno en el territorio ready made de Duchamp (un personaje secundario en el libro)
Y sobre todo la geometría de las emociones de Swedenberg, que mezcla dibujo y palabra para crear una guía de las emociones que le puede fascinar a muchos maestros por su grafismo, perfectamente utilizabler en clase


jueves, 24 de septiembre de 2015

MORISCOS EN PASTRANA


Pastrana constituye un claro ejemplo de cómo podría haberse actuado con el problema morisco de una forma positiva.
Aún más, es uno de las escasas iniciativas castellanas para integrar y sacar rendimiento económico de estos grupos, tal y como fue común en muchos lugares de Aragón y el levante peninsular.
Ruy Gómez, en 1570, consigue de don Juan de Austria la entrega de 200 familias moriscas expatriadas de la Guerra de las Alpujarras a las que se fueron añadiendo otras de forma individual, creando una importante comunidad morisca (743 frente a los 5.000 vecinos de la villa) que creó su propio barrio extramueros (el Albaicín) en donde existió una amplia tolerancia hacia su religión y costumbres

Estos moriscos se ocuparon de las huertas y de la creación de una importante industria sedera para que se plantó una extensa superficie de morera (ambas actividades típicamente andalusíes).
Morera

Completando el desarrollo industrial también se trajo técnicos flamencos y portugueses para la creación de una industria de tapices, brocados y terciopelos.

Todas estas iniciativas trajeron un desarrollo importante a la villa que se frenó en seco con la expulsión de los moriscos en 1609.


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miércoles, 23 de septiembre de 2015

LA RELIGIÓN EN EL SIGLO XVI EN ESPAÑA (1). EL CONTEXTO GENERAL

Estos, unos tiempos recios, revueltos, en los que el bien y el mal andan mezclados de tal manera que hasta al más avezado de los teólogos le resulta hoy difícil hallar el camino recto, y seguir en él, y no desviarse...
 (…)
Me refiero a las dos primeras décadas de este siglo, el XVI de la era del Señor, en las que se sintió con pasión e impaciencia la necesidad de hallar santos verdaderos, hombres y mujeres unidos a Dios de tal manera que desacreditasen con sus vidas virtuosas las graves acusaciones que los herejes vertían sobre nuestra madre la Iglesia.



Lutero

Durante el siglo XVI, y tras la conmoción que supuso la crisis de la Iglesia, la obra de Erasmo y, posteriormente, la Reforma (especialmente la de Lutero), la religión en España se convirtió en un verdadero caos de tendencias, unas reformadoras y aceptadas por la Contrarreforma de Roma (Compañía de Jesús creada por San Ignacio de Loyola, reforma del Carmelo de Santa Teresa, la mística de la misma santa o de San Juan de la Cruz, aunque estas dos últimas tras un primer periodo de sospechas), otras consideradas heréticas (erasmistas, alumbrados de origen protestante, falsos visionarios....) que fueron perseguidos por la Inquisición pese a su apoyo popular.
Santa Teresa por Gregorio Fernández

A todo esto habría que añadir las constantes denuncias e investigaciones sobre criptojudíos (judíos que se habían bautizado en tiempos de los Reyes Católicos pero seguían practicando su religión en secreto), moriscos (que aunque en ciertos lugares tenía permiso para practicar su religión fueron cada vez más presionados para su bautismo y abandonar su vestuario, costumbres, que terminarán por rebelarse en las Alpujarras) y todo tipo de actividades brujeriles que en el fondo respondían a antiguas costumbres paganas relacionadas con la magia (normalmente realizadas por personas de escasa cultura, mucho más importante en el ámbito rural)
Tomado de 

Frente a todo ello, la Iglesia responderá con el crecimiento de la Inquisión creada por los Reyes Católicos y el  Concilio de Trento, reforma integral de la Iglesia Católica promovida por el Papado, que dará paso a la Contrarreforma.

Dentro de este ambiente aparecerán nuevos movimientos reformadores y habrá una eclosión verdaderamente increíble de santos y canonizaciones

Y ahora que tienes claro el contexto general, entra en los distintos enlaces para ir comprendiendo mejor cada uno de los conceptos

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lunes, 21 de septiembre de 2015

Textos I G M. Los ataques aéreos a París.



En pocos minutos el escaso alumbrado público encendido quedó apagado, sumiendo a París en la más absoluta oscuridad, en seguida trastocada por numerosos haces luminosos que perforaron el cielo, buscando el enemigo. Durante un buen rato no pasó nada, sólo el juego de los focos, espectáculo habitual en la ciudad en guerra, hasta que los gritos del vecindario le hicieron asomarse al balcón. Comenzó entonces un intenso fuego de artillería antiaérea, las detonaciones en el aire parecían conjugarse con las potentes luces artificiales (...) De pronto, alguien gritó: "¡Zepelín, zepelín!". Allí estaba, suspendido sobre Montmatre, donde lanzó varias bombas desde una altura superior a los mil quinientos metros"

sábado, 19 de septiembre de 2015

El libro del sábado. JUAN DE MAINERA. ANTONIO MACHADO


De los dos Antonio Machado (el lírico y el pensador) yo prefiero siempre el segundo, ya sea en verso como en prosa.
Por eso me fascina tanto este libro, pues es la destilación de todos sus pensamientos desde la perspectiva de los últimos años (aunque se comenzó mucho antes, se publicaría en 1936).
En ella, Machado pasa revista a las decenas de temas que le interesaron: la poesía (tanto desde el plano teórico como en sus autores favoritos), la filosofía (especialmente Kant o Marx, aunque sea para criticarlos, Heráclito, Platón, Aristóteles), la educación (tan regeneracionista), la retórica, la política (genuinamente progresista y con frecuentes críticas al partidismo), los vicios y virtudes nacionales, la religión (que tanto critica frente a la verdadera espiritualidad), ...
Lo hace en pequeños fragmentos, como iluminaciones dentro de una hipotética clase de Retórica de un hipotético yo (el heterónimo Juan de Mairena que encierra otro heterónimo, su maestro, Abel Martín). Unas clases absurdas si pensamos en el auditorio al que estarían dedicadas (jóvenes, acaso bachilleres) pero tan perfecta para el lector actual que se verá (a él y a la sociedad y políítica actual en la que vivimos) perfectamente reflejado, como si casi 75 años nos hubiera servido para muy poco.
Se encuentra en él el tono típicamente regeneracionista que, en el caso de Machado, buscaba soluciones a España a partir de una fe terrible en el hombre y su razón sentimental (una razón humanista que no renuncia a sentir) y su capacidad empática para relacionarse con los demás desde la modestia y las buenas intenciones (acaso por ella terminó muriendo como lo hizo; demasiado optimismo en lo humano).
Pero si hay algo que recorra todo el libro es su suave escepticismo que le aparta del mundo tremebundo en el que vivía, una delicada ironía que le permite enseñar sin adoctrinar, haciendo pensar  sin imponer sus opiniones (un librepensador que basa su ética en la tolerancia y el respeto al otro, algo francamente difícil de encontrar en la España de ayer y de hoy), pidiendo siempre que no le tomen demasiado en serio, sólo como un simple hombre que habla y despierta dudas.
Y es que en este Machado está lo más granado del espíritu ilustrado francés frente al dogmatismo que dominó su época.

Como pequeños bocados que sirvan de aperitivo al lector que quiera disfrutar con este libro iré colocando algunas reflexiones de Mairena bajo esta etiqueta:


miércoles, 16 de septiembre de 2015

EL CONCILIO DE TRENTO

Tomado de wikipedia
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Como ya hablábamos en el artículo sobre la Contrarreforma, el Concilio de Trento fue una de las piezas claves en la regeneración y expansión de la Iglesia tras la crisis de la Reforma.
En un principio se intentó realizar un concilio que englobara a protestantes y católicos para evitar el cisma, dando así un marco más general (y eclesiástico) a los intentos de acuerdo que Carlos V había comenzado en la Dieta de Worms.
Tanto el emperador como Lutero tenían esta opinión pero se encontraron con un Papado reticente (comenzando por Paulo III) y que alargó los plazos hasta que las Guerras contra los protestantes hicieron ya imposible cualquier tipo de acuerdo.

El Concilio se convirtió, por tanto, en un tema exclusivamente católico, que pretendió negar la doctrina protestante a la vez que intentaba regenerar las estructuras de la iglesia y acercarse de una forma más efectiva a los fieles.
Pasquale Cati. Capilla Altemps. Santa María del Tratévere

Celebrado, con interrupciones, entre 1545 y 1563, dirigidos por representantes de la recién fundada Compañía de Jesús.
Emblema de la Compañía de Jesís

En el terreno doctrinal, la Iglesia Católica casi se limitó a afirmar todas las reformas promovidas por los protestantes
1.- Se admiten, junto a las Sagradas escrituras, toda la patrística (negada por Lutero) y los textos de concilios anteriores. Para evitar desviaciones en los textos se propuso como único texto canónico la Vulgata de San Jerónimo  que fue sometida a una fuerte criba para evitar errores.
2.- Confirmaron los dogmas rechazados por los luteranos (presencia real de Cristo en la Eucaristía, veneración de la Virgen, los santos y las reliquias, los siete sacramentos, la importancia de la confesión frente al libre examen, las obras de caridad unida a la fe como base para la salvación, reafirmación del Purgatorio)

San Ignacio y la Eucaristía, uno de los grandes dogmas defendidos en Trento por parte del verdadero ejército espiritual del Concilio, los Jesuitas


Organizativamente se afirmó la supremacía del Papa y se reorganizaron los principales obispados, con la consigna que fuera los obispos los que pusieran en funcionamiento los decretos de Trento (como Carlo Borromeo en Milán, que sirvió de ejemplo magnífico para otros prelados).

En el aspecto moral se intentó regenerar el Clero aumentando su nivel educativo (a través de Seminarios diocesanos y publicación de un Catecismo que dejara por escrito y de una forma tajante la doctrina de la Iglesia) y condenando todo tipo de prácticas corruptas y amorales en los religiosos.




lunes, 14 de septiembre de 2015

Texto. Las tintorerías medievales

La vía de los Tintoreros, cruzándose aquí y allá con personas atareadas que acarreaban bultos y caminaban a un paso bastante más apresurado que el suyo. Llegaron a un espacio más amplio, una plazuela (...) de gran bullicio. Esos debían ser los secaderos. Había cuerdas cruzadas, asidas a palos o clavos afianzados en las paredes, en las que los trabajadores exponían tejudos alsol. Otros estaban directamente tendidos en el suelo, encharcando el piso. Chorreaban tejidos retorcidos con fuerza entre dos o tres personas; otros, con palos, golpeaban lienzos extendidos que estallaban a cada golpe en una nube de gotas sucias. Al otro lado de la plaza, un enorme pilón servía para que otros obreros atareados empaparan y aclararan sus tejidos y sus lanas, sus pieles y cueros (...)

(Los curtidores). Decenas de obreros curtidores de todas las edades, muchos de ellos campesinos desarraigados, se afanaban en esta penosa actividad. Los talleres eran, generalmente, poco más que cuevas insalubres que acogían enormes cubas en las que se sumergían las pieles durante el proceso de curtido lento y complejo, que a veces llevaba más de quince meses. Requerían además la utilización de materiales sumamente peligrosos para la salud, productos químicos tóxicos obtenidos de forma artesanal, y mucha agua para las diversas operaciones de remojo, pelambre, desenlacado, desengrasado. Agua seriamente contaminada que era después vertida, sin contemplación o disimulo en la misma calle, por donde corría libremente formado por arroyos repugnantes y charcos malolientes difíciles de esquivar para el viandante.
Aquellos obreros desharrapados, la mayoría descalzos y apenas cubiertos por una tosca saya, no hacían nada por evitarlos ni mostraban el menor reparo en chapotear en aquel líquido infecto. En tales talleres se almacenaban también, en anárquica acumulación, todo tipo de deshechos orgánicos: sangre, grasas, restos de animales despellejados (...) Eran residuos por los que disputaban a sus anchas perros callejeros, gatos y ratas grandes como conejos

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sábado, 12 de septiembre de 2015

El libro del sábado. DE REPENTE, TERESA. Sánchez Adalid


Partamos de la base de que no es éste su mejor libro (acaso nos tiene demasiado malacostumbrados con maravillas como el Mozárabe), pero aún así sumamente interesante.
Aunque en un principio la protagonista pueda parecer Santa Teresa de Jesús, ésta es sólo una parte de la historia (en concreto, su segunda parte), con una presentación un tanto somera de la santa, sus visiones y fundaciones.

Mucho más interesante es el marco histórico que rodea a los distintos procesos inquisitoriales que sufre la santa, durante la segunda mitad del siglo XVI, bajo el gobierno de Felipe II, en donde la religión católica se encuentra en plena efervescencia, tan llena de santos como de impostores.
Erasmo y Lutero, el Concilio de Trentolos jesuitas, los iluminados y alumbrados forman un maremagnum confuso en donde la Inquisición (la verdadera protagonista de la novela) intenta navegar pese a todos sus propios fallos (servidumbres políticas, celos y envidias personales, intereses económicos y sociales...) y buscar la pureza de la fe.
Santa Teresa en éxtasis. Ribera

Especialmente interesante es todo el estudio que hace de los grupos de alumbrados y sus monjas visionarias, una pseudoreligión que aprovechaba las inseguridades de las gentes para lucrarse, ganar reputación o mantener relaciones sexuales.



Sus éxtasis y visiones, tan parecidas a la de la Santa, fueron las que le obligaron a lidiar una y otra vez con esta Inquisición, pues los tiempos eran demasiado confusos para distinguir el engaño de la santidad.
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jueves, 10 de septiembre de 2015

Textos históricos. Los eunucos en el mundo islámico


Un día, desembarcamos en un lugar que llaman Pechina, a unas leguas de Almería. Allí, ante mi sorpresa, empezaron a darnos mejor de comer: algunos arenques, verduras, a veces un poco de carne. Estuvimos en los establos de una casa grande tres días. Y, una noche, vinieron a despertarnos de madrugada. Bajo la luz de la luna y rodeados de mercenarios sirios al servicio de los mercaderes, emprendimos una marcha hasta llegar a un siniestro corredor. 
Y, enseguida, pudimos escuchar con espanto sus chillidos desgarradores y sus gritos pidiendo clemencia. Pronto supimos lo que estaba ocurriendo. Sólo contaré que, cuando llegó mi turno, me encontré en una sala enorme. Tenía el techo muy alto, las paredes mostraban manchas de humedad y desprendía un olor acre y pesado. Había allí manejaban los cuchillos. Supe después que los castradores de puercos eran los mismos que castraban a los hombres. 
Yo luché como una fiera cuando llegó mi turno, grité, me revolqué por los suelos y recibí palos terribles hasta que lograron amarrarme sobre una de las mesas. Estaba manchada de sangre. Tenía dieciocho años. En pocos instantes, entre terribles dolores, fui reducido para siempre a la condición de eunuco. 
La forma de hacer la operación era tan atropellada, sucia y desidiosa que, de veinticuatro hombres que entramos allí, once murieron. Los que nos salvamos, estuvimos destinados a algún mercado de esclavos y no podían llevar esqueletos. Un eunuco, debido al riesgo que conlleva la operación y lo adecuado de su condición para servir en los harenes, adquiere un valor extraordinario.
alimentados. 
Y la mañana de un jueves caluroso, nos llevaron al mercado de esclavos de la almedina. Hombres bien ataviados se acercaban a mí y me miraban los dientes como a un caballo; me tocaban el cuerpo para comprobar mi complexión, observaban mis manos. El mercader que trataba con ellos repetía siempre: «Un eunuco eslavo de dieciocho años, en la flor de la vida, que sabe leer y escribir nuestra lengua y el latín"



miércoles, 9 de septiembre de 2015

LA CONTRARREFORMA. Una visión de conjunto




La Reforma protestante (Lutero, Calvino, anglicanos...) puso de manifiesto las grandes debilidades y problemas que tenía la Iglesia Católica (corrupción, falta de una verdadera educación religiosa, relajamiento de las costumbres entre los propios religiosos, contaminaciones paganas...)
Frente a ello, la propia Iglesia Católica no intentó llegar a un acuerdo con los reformistas (de hecho se enfrentó a ellos en las famosas Guerras de Religión), sino que intentó limpiar su propia casa y evitar que surgieran nuevas escisiones.
Para ello se organizó el famoso Concilio de Trento, que pretendió hacer frente a las desviaciones protestantes a la vez que reorganizaba todo el sistema eclesiástico, creaba un nuevo texto canónico (la Vulgata) y daba indicaciones sobre moral, educación o arte.

Concilio de Trento

Su importancia es capital, pero a menudo solemos olvidar que sólo fue la punta de lanza de un movimiento mucho más amplio de regeneración al que también ayudaron tanto religiosos como seglares o artistas que cambiaron radicalmente el mundo a mediados del siglo XVI.
La propia Iglesia como institución puso la atención en la creación y excelencia de los Seminarios para crear un clero mucho mejor formado tanto en teología como controlado en lo moral (Destacará la labor de San Carlo Borromeo)

Seminario de San Julián. Cuenca

Aparecieron también (ya en tiempos de Paulo III) nuevas congregaciones surgidas al calor de este concilio como La Compañía de Jesús (verdaderos soldados del Papa que se ocuparán de la educación, el poder político o la propaganda a la vez que creaban textos fundamentales como los Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola), la reforma del Carmelo promovida por Santa Teresa, Capuchinos (desgajados de los franciscanos, de vida austera, dedicada a la caridad), ursulinas (educación de niñas y jóvenes), teatinos (regenerando el clero), paulistas (educación de los jóvenes, catequesis,  apostolado en las prisiones y hospitales...)

Este afán de reforma se extendió a la población laica con el impulso que tomaron las cofradías (creadas en la Edad Media en torno a los distintos gremios) que unían la catequesis y el culto religioso con la asistencia social de sus miembros.

De la misma manera crecerán y potenciarán las órdenes terceras, grupos de laicos que se dedican al apostolado y la ayuda a los demás (su origen, tardomedieval, se vincula a las órdenes mendicantes como franciscanos y dominicos)
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O, aunque un poco más tardía, una concienzuda política de canonizaciones que, como ya analizamos aquí, marcó a través de santidades, la nueva imagen de la Iglesia, encarnando en los santos las líneas de comportamiento que han de seguir los fieles.
Una curiosa pintura en donde los canonizados en 1622 se unen a pie de la cruz. Guy Francis. Le Puy en Velay.

Como puede verse se intenta tanto regenerar el clero como incidir en la educación como un instrumento para el adoctrinamiento y control de la población que se completaba con una política de asistencia social (asilos, lazaretos, hospitales...) que les permitiera adoctrinar a las clases más desfavorecidas y dar una imagen caritativa de la Iglesia que borrara la corrupción anterior.


Tomado de wikipedia

Como reverso negativo (pero con el mismo fin) se extendió la Inquisición (originada en la España de los Reyes Católicos) que combatiera la herejía y evitara su contagio.
Junto a ella se creó un Índice de libros prohibidos (varias veces revisados) en donde se encontraban recogidos aquellos que estaban en contra de la Iglesia Católica (desde los de Lutero, Calvino a cualquiera que admitiera cualquier duda en su ortodoxia)