El libro del sábado. ABDULRAZAK GURNAH. Paraíso.

La historia de una infancia africana en la que conviven lo musulmán, lo negro o lo indio, la costa y el interior, el Corán y el animismo, la lucha entre el agricultor y el comerciante y el ganadero y cazador de las zonas más remotas.

Es un largo viaje por lugares cada vez más amenazados por el hombre blanco (el alemán en Tanzania) a través de la vida un niño, y más tarde joven.
En todos esos viajes va encontrando distintos paraísos (siempre relacionados con jardines y paisajes) y distintas personas (que pasan por grados de purgatorio y llegan hasta el acercamiento a la belleza bondadosa)
Pero como telón macabro que impregna todo el libro se encuentra la idea de esclavitud (entre los propios africanos). Las vidas de niños y niñas vendidas por sus propios padres para salvar una deuda a los mercaderes ricos ... algo que, como una sutil premonición, aumentará hasta extremos terribles con el control europeo.

Laura

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EL LIBRO DEL SÁBADO Lugar seguro. Isaac Rosa

Cómo me gusta Isaac Rosa. Casi nunca defrauda.

En este caso es una pequeña distopía (pues apenas avanza en el futuro) que él utiliza para crear todo un retrato de nuestro mundo.

Un mundo lleno de problemas y crisis cada vez más repentinas y potentes en el que aparecen algunos de sus temas más recurrentes:

Del miedo y su utilización capitalista en los lugares seguros (búnkeres para las clases medias)

De la especulación tomando como pretexto las clínicas dentales del padre que se alzará con ellas para muy pronto caer hasta la cárcel y la demencia

De la enfermedad mental como un laberinto tanto para el que la sufre como para el que la tiene que observar

De la avaricia, de los buscavidas, de la manipulación, la educación o las relaciones padres hijos, con tanto odio y tan poco amor

De la ciudad y su psicogeografia de miedos y esperanzas.

De las utopías ecologistas y comunalistas y su control imposible de los deseos , de su terrible ingenuidad

Escrito como un monólogo (a veces didáctico, otras radical y desgarrado) habla de la generación anterior, de la suya y de la del futuro en los tres Segismundos del libro: abuelo, hijo y nieto. Unos seres perdidos en una clase media de la que intentan escapar sin conseguirlo jamás del todo, pues los ascensores sociales cada vez están más averiados.

Realmente interesantísimo.

Solsona

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EL LIBRO DEL SÁBADO. Cesare Pavese. La playa.

 

Pavese siempre fue un autor distinto.

Diferente por su extremada sensibilidad, por su compromiso político que, sin embargo, nunca se atrevió a llevar a la práctica, por su conocimiento riguroso de la novela norteamericana, por las desgracias familiares y amorosas, ... y por su definitivo suicidio.
Todo esto se encuentra en esta pequeña novelita escrita con su peculiar estilo de frases cortas y perfectamente limadas, como si fuera un mecanismo de cristales engastados.
Siempre me gustó ese estilo riguroso que, ¡asombroso!, cuenta mucho más de lo que dice, pues debajo de sus frases diamantinas, de ese suceder de cosas cotidianas, sin apenas importancia, hay todo un cúmulo de sensaciones, como si en la profundidad del mar se generaran terribles tormentas que la superficie apenas si insinúa (realmente es la imagen perfecta de mi adolescencia, mi doble vida interior/hacia los demás en la que muchos días eran sucesiones de arco iris y naufragios)
Por lo demás es una historia de una amistad (¿seguro que sólo una amistad?) entre dos antiguos amigos de la juventud en medio de un verano interminable (como son todos los veranos junto al mar).
Una historia llena de amores en extinción, constantes referencias a la homosexualidad pero también a la hipersexualidad hetero del italiano casi mítico.
Es, sobre todo, una reflexión sobre la soledad en la que vivimos pese a estar rodeados de gente.

 CIPRIÁN

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EL LIBRO DEL SÁBADO. Gonzalo Torrente Ballester. Fragmentos de Apocalipsis

Un dragón de siete cabezas, feo pero bueno, y gran cantante con sus múltiples voces; una beata que baja al infierno para informar de los vecinos que ahí se encuentran, mientras plagia la divina comedia; el mismísimo maestro Mateo que viaja en el tiempo para ver la catedral actual y copiarla en la edad media; un escritor que convierte a su amor imposible en un personaje literario para así poderse amar sin obstáculos; un bonzo que hace viajes astrales; anarquistas que juegan al mus con el arzobispo que vuela por el aire oscuro de la catedral; vikingos que regresan mil años después, disfrazados de indios, para vengar un afrenta, la belleza imposible de una mujer enterrada en donde debería haber un apóstol,; templarios, ciegos con tesoro, cofrades de santos inexistentes...

Todo esto ocurre en Villasanta de la Estrella, el pueblo a medio imaginar en esta historia en donde se nos cuenta la intrahistoria de cómo escribir una novela y enfrentarse a los personajes que uno crea en su interior y, como cualquier otra obsesión, devorar a su propio padre.
Qué maravilla es siempre leer a don Gonzalo. Qué moderno fue siempre

Luis

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