domingo, 27 de febrero de 2022

VIDEOS Y PÁGINAS PARA COMPRENDER EL CONFLICTO DE UCRANIA

UN BUEN VÍDEO PARA EMPEZAR Y PARAR PENSAR EN LA GUERRA, LAS REDES SOCIALES, ...


 HISTORIA DE UCRANIA 1. EL RUS

HISTORIA DE UCRANIA 2. DE LOS COSACOS HASTA LA INDEPENDENCIA


RUSIA VS UCRANIA . LOS ORÍGENES DEL CONFLICTO

UN INTERESÁNTISIMO ANÁLISIS DE PEDRO BAÑOS


LA GUERRA 


UN INTERESANTE ANÁLISIS DE FONDO SOBRE UCRANIA (2016)


LA DIPLOMACIA Y LAS NEGOCIACIONES DE PAZ. SUS POSIBILIDADES


LA GUERRA. NOTICIAS DIARIAS

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VÍDEOS DE LA GUERRA


sábado, 26 de febrero de 2022

Foster Wallace. Algo supuestamente divertido que nunca volveré a hacer


La extraordinaria y divertida meteorología del medio oeste y los jugadores de tenis amateur, la televisión y sus falsos voyerismos, la posmodernidad de la autorreferencialidad irónica, el apoteósico retrato del Medio Oeste a través de una feria ganadera (posiblemente lo más brillante y divertido de todo el libro), una larga apología de David Lynch o el submundo de los cruceros de lujo son los temas que desarrolla Foster en esta colección de reportajes que, más allá de la anécdota, investigan en algunas de las fisuras de la sociedad estadounidense.

Con una escritura ágil, destaca especialmente su sutil (pero corrosivo) sentido del humor que desde la propia subjetividad rompe valores tradicionales al analizarlo bajo la lupa de la ironía.

A mi personalmente, me gusta más esta faceta del autor que la de su propia narrativa de ficción.


Lucas Corralejo


                              ÍNDICE DE NARRATIVA

martes, 22 de febrero de 2022

LAS COSAS DE LAURA. Lectura para reflexionar

 Porque si una lleva una falda o un escote de un tiempo a esta parte lo lleva para sí misma o en nombre del empoderamiento, una de dos, y que no me mire nadie porque machete al machote y madre mía qué fuerte e independiente con mi falda, que era a lo que me reducían antes, a ser dos piernas y poca tela y me quejaba y con razón y ahora como por arte de magia resulta que eso es signo de empoderamiento, pero no puede mirarlo nadie. Nos hemos encerrado tanto en nosotros mismos, nos hemos individuado tanto y hemos hecho tantos esfuerzos por acabar con lo de las dinámicas de poder —y, nos guste o no, la belleza siempre ha implicado y siempre implicará poder— que hemos terminado creyendo que no provocamos ningún efecto, ninguna reacción en el otro y que lo contrario sería inaceptable, aunque las mujeres nos lo hemos creído a medias, como todas las mentiras que nos contamos a nosotras mismas.

(...)

Por eso rara vez nos ponemos escote y los labios rojos para estar solas en casa, de la misma forma que el pavo real no desplegaría su cola si no hubiera una pava a la vista, porque gilipollas no es y por lo del ahorro energético, y negar que un escote bonito es enseñado de cuando en cuando para ser visto, solo cuando quiere ser visto, cuando quiere ser mirado, además de ridículo niega parte de nuestro poder como mujeres, un poder que no se reduce a lo bello y a lo sexual pero del que lo bello y lo sexual forman parte y no pasa nada y por eso toda mujer ama a un fascista: porque todo el que mira nuestros escotes lo es, a no ser que sea un trapero en un videoclip, entonces es un trapero al uso, entonces se le permite. Y porque mal que bien y según el nuevo canon, nuestros abuelos lo fueron y nuestros padres lo son. No solo porque se les fueran los ojos con las mujeres bonitas que cruzaban los pasos de cebra cuando pensaban, inocentes, que no nos dábamos cuenta.

Ana Iris Simón. Feria


LAS RARAS NOTICIAS DE LAURA

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TODOS NUESTROS ÁNIMA MUNDI

sábado, 19 de febrero de 2022

EL LIBRO DEL SÁBADO Faulkner. El Ruido y la furia


Acaso ¡el más experimental del autor!; con eso queda casi todo dicho.

Como siempre, el sur; como siempre la caída, lenta pero inexorable, de una familia de rancio abolengo que termina su estirpe (de nuevo allí estarán los futuros cien años de soledad) en un retrasado mental y una adolescente que se termina fugando con un feriante.
Entre medias ese universo cerrado, casi asfixiante, del autor en donde se mueve la envidia, el racismo casi congénito, la codicia, las apariencias o, incluso, el incesto.
Parece imposible pero Faulkner consiguió realizar todo el primer capítulo desde la voz narrativa del severo discapacitado, presentándonos a todos los personajes por sus actos y palabras, delineandolos con tal precisión que, en la continuación de los siguientes capítulos, es tan lógica (y terrible) su evolución que pone la piel de gallina.
Realmente exige muchísimo del lector pero también le ofrece uno de los libros mejor escritos de todos los tiempos.


                                  ÍNDICES DE NARRATIVA

sábado, 12 de febrero de 2022

Blasco Ibáñez. La araña negra.


La obra más colosal del escritor (y curiosamente una de las más tempranas) que adopta las formas folletinescas que Dumas había popularizado.
La obra sigue la historia de una familia, Baselga- Carrillo , durante más de medio siglo, comenzando en el trienio liberal de Fernando VII, y la progresiva telaraña con la que los jesuitas la van envolviendo para dominarla y controlar sus riquezas.
Es un Blasco Ibáñez en estado de gracia, tan explosivo que contagia su pasión por la vida tanto en el amor como en la batalla, vehemente frente a los fríos y calculados planes de la Compañía (a mí me ha recordado en esto al mejor Salgari de mi infancia)
También hay en la obra mucha y muy bien contada historia, desde el turbulento reinado de Fernando VII, escindido entre liberales y absolutistas, hasta la revolución gloriosa del 68, pasando por las independencias americanas, el carlismo, Espartero, la Vicalvarada, las hazañas de Prim, la cuartelada va de San Gil,...

                                                              Tomado de wikipedia.

Resulta verdaderamente espeluznante el poder de la Obra, sus sutilísimas maniobras y manejos para conseguir las voluntades (y las riquezas) de esas clases pudientes. Como si de Google se tratara, ¡ cómo logran atesorar todo tipo de informaciones que los cerebros de la Compañía luego manejan a la mayor gloria Dei, sin remordimiento alguno, con una eficiencia tan grande como su falta de escrúpulos. Increíble!
También lo es ver cómo las personas reaccionamos frente al mundo, en especial esas que buscan en las organizaciones una forma de protección y escalada social, todos los sapos que han de tragar de obediencia ciega.

Más de mil páginas de letra apretada que se lee atragantándose.
Qué capacidad de narrar.



lunes, 7 de febrero de 2022

LAS ENFERMEDADES QUE NOS TRAJO EL NEOLÍTICO


La revolución agrícola, señaló el comienzo de una nueva era. Los nuevos colectivos a los que esta agricultura sustentaba provocaron la aparición de nuevas enfermedades, las llamadas «enfermedades de masas», como el sarampión, la viruela, la tuberculosis y la gripe. Los humanos siempre habían estado expuestos a enfermedades infecciosas (la lepra y la malaria ya causaban sufrimiento mucho antes de la revolución agrícola), pero estas se adaptaron para sobrevivir en poblaciones humanas pequeñas y dispersas. 
Las enfermedades de masas eran diferentes. Se propagaban rápidamente entre la población agraria, matando a las víctimas o volviéndolas inmunes a la reinfección. Podían infectar a otros animales, pero no tan bien como a las personas, y algunas de ellas se habían adaptado tan bien a los humanos, que se volvieron exclusivamente enfermedades humanas



El jinete pálido (Laura Spinney)

sábado, 5 de febrero de 2022

EL LIBRO DEL SÁBADO Canto yo y la montaña baila. Irene Solá.

 

Un libro impar, tan extraño como envolvente, que se encuentra a mitad de camino entre la poesía y la narrativa, tan bello como atroz.

Cada capítulo es una voz, la de los habitantes del pueblo pero también la de los corzos, las setas, los espíritus, las perras , las placas tectónicas, las brujas o las propias gotas de lluvia
Un coro extraño que retrata desde mil puntos de vista distintos un paisaje y sus habitantes, el de la montaña pirenaica a dos pasos de la frontera de Francia , lejos de casi todo.
Su lectura es lenta y maravillada, con acentos diferentes en cada una de las voces que cantan sus propias músicas, enredándose unas con otras en un minúsculo argumento (que apenas importa).
Magnífica y perfecta, como un delicado diamante tallado tras el que observamos un mundo tan lejano y lleno de poesía.
                                                




                                            ÍNDICES DE NARRATIVA


jueves, 3 de febrero de 2022

Textos sobre el cristianismo primitivo. Peter Brown

 Los cristianos eran emigrantes de corazón, desraizados ideológicamente, separados de su entorno por una creencia que sabían compartida con pequeños grupos a lo largo de todo el Imperio. En una época en la que tantísimas barreras locales se iban oscura y dolorosamente erosionando, los cristianos se habían adelantado llamándose a sí mismos «una no nación». La Iglesia se declaraba también, expresamente, igualitaria. Un grupo, en el cual no había «ni esclavos ni libres», podía afrentar a un aristócrata llamándolo utópico o subversivo. Además, en una época en la que las barreras que separaban a los prósperos libertos de los senadores desclasados eran cada vez más irreales, un grupo religioso podía dar el paso final de ignorarlas. En Roma, la comunidad cristiana de comienzos del siglo III era un lugar en el que precisamente tales anomalías se congregaban y toleraban: la Iglesia incluía en su seno a un poderoso liberto, chambelán del emperador; su obispo había sido un antiguo esclavo de ese liberto; estaba protegida por la amante del emperador y patrocinada por nobles señoras.(...)

La comunidad cristiana comenzó de repente a ejercer notable atracción sobre los hombres que se sentían abandonados. En un período de inflación los cristianos invirtieron grandes sumas de dinero contante y sonante en el pueblo; en una época de una brutalidad siempre en aumento, el valor de los mártires cristianos era impresionante; durante las emergencias públicas, tales como revoluciones y epidemias, la clerecía cristiana se mostraba como el único grupo unido en la ciudad capaz de preocuparse del sepelio de los muertos y de organizar distribuciones de alimentos. (...)

La atracción del cristianismo seguía fundamentándose en su radical sentido comunitario; absorbía a la gente porque el individuo podía evadirse de un mundo tremendamente impersonal para ingresar en una comunidad en miniatura, cuyas exigencias y relaciones eran explícitas.(...)

Formulado brevemente, estos personajes creían que en Platón y en la disciplina intelectual de las universidades griegas habían encontrado un sistema de acallar tensiones, de mantener bien sujetos ambos extremos de una cuerda, mientras que los pensadores más radicales y los movimientos más revolucionarios de su alrededor habían permitido de algún modo que se rompiera esa cuerda. Ellos insistían, por el contrario, en la posibilidad de aprehender, por medio de la contemplación racional, la conexión íntima entre cualquier nivel del mundo visible y su fuente en el Dios único. Para ellos era posible «tocar» por medio del pensamiento el centro nuclear de todo, percibido a través de la belleza no plenamente expandida de las cosas visibles. Utilizando una imagen simple, consideraban al mundo y a su relación con Dios como un yoyó que se enrolla rápidamente arriba y abajo en torno a un hilo. Para ellos, los gnósticos habían cortado este hilo, pues el gnosticismo había afirmado que no existía ninguna conexión entre el universo y el Dios bueno, entre el interior del hombre y su exterior, entre su cuerpo y su alma. Los cristianos, por el contrario, no habían permitido que el yoyó desplegara todas sus potencialidades: habían limitado su atención al Dios único; el fulgor del crudo monoteísmo de los cristianos había eliminado las polícromas articulaciones de los dioses visibles e invisibles, por medio de los cuales era necesario que la belleza del Único llegara hasta los ojos de los mortales. Mantener viva la conexión entre lo visible y lo invisible, entre el inefable mundo interior y su articulación expresiva en el universo exterior, sostener que era posible para las cosas naturales cargarse de significado por medio del alma, tales fueron los servicios que Plotino rindió a sus contemporáneos y sucesores. Ciertos cristianos, cuyo pensamiento dominó en la Edad Media —san Agustín en Occidente y el desconocido autor de las Jerarquías celestes (conocido más tarde como el Pseudo-Dionisio) que escribió hacia el año 500 en Oriente— fueron igualmente deudores del apasionado equilibrio mantenido por Plotino. Para un platónico, la relación entre cuerpo y alma era un microcosmos que reflejaba el controvertido problema de la conexión entre Dios y el universo. La respuesta de Plotino a esta cuestión era característica. Poseer un cuerpo, había decidido, no era más pecado para el hombre que proyectar una sombra. El cuerpo, ciertamente, era un hermoso instrumento por medio del cual el alma intentaba expresarse; un hombre debe cuidar y entrenar su cuerpo, al igual que un músico ha de mantener bien afinada su lira. Este era un ideal tenso y muy sentido, pero absolutamente contrario a la ascética. Podemos comprender lo que quiere decir Plotino si contemplamos el arte sobre el que ejercía su mecenazgo la generación que escuchaba sus clases: no es «ultramundano», sino «intramundano». Lejos de abandonar la gracia y la individualidad del cuerpo, los retratos del Bajo Imperio concentran esta corporalidad en torno a los accesos a través de los cuales podemos pasar directamente desde el cuerpo a la mente humana. El énfasis se sitúa en los ojos. Estos relampaguean hacia nosotros revelándonos una vida interior oculta en una nube cargada de carne. La Antigüedad tardía es la época de los retratos abrumadores.(...)

El mundo de la Antigüedad Tardía (Brown_ Peter)


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martes, 1 de febrero de 2022

Luis. Mi vida contada por otros. A propósito de Solsona

 Sabía de lo que hablaba: bastó cambiar el nombre de un amigo al convertirlo en personaje secundario de un relato para que Sebastián, durante varias semanas, se acordara de su amigo por su nombre ficticio, y hasta llegara a llamarle así la primera vez que volvieron a verse.

Alabanza (Alberto Olmos)


Luis o Luis