domingo, 31 de marzo de 2024

Gilgamés. Carpe Diem mesopotámico

 ¿Por qué vagabundear así, Gilgames?

 La vida sin fin que buscas 

¡no la encontrarás jamás! 

Cuando los dioses crearon a los hombres, 

les asignaron la muerte, 

 reservándose la inmortalidad para ellos solos. 

Tú, más bien, llénate la panza, 

permanece alegre día y noche,

 haz fiesta todos los días, 

danza y diviértete día y noche, 

atavíate con ropas limpias, 

lávate, báñate, 

mira tiernamente a tu pequeño que te tiende la mano 

y haz feliz a tu mujer,

 apretada contra ti. 

Pues ésa es la única perspectiva de los hombres. 


La religión más antigua: Mesopotamia (Jean Bottéro)

sábado, 30 de marzo de 2024

El libro del sábado. Amélie Nothomb. Aerostatos

Una historia de amores difíciles. Amores entre profesora particular y alumno (que sólo se llevan cuatro años pero hay un gigantesco océano de madurez y situación personal entre ellos); amores de esta misma profesora, ya como alumna, de un profesor universitario que le duplica la edad.

Nothomb nos plantea así el conflicto lleno de cristales hirientes que hemos llamado amor, siempre mal correspondido que convierte a uno de los dos miembros de la pareja en un futuro perdedor.

Junto a estas relaciones personales (a las que podríamos unir la de amigos o padres de los protagonistas), Nothomb apuesta decididamente por un amor universal: el de la lectura. Desde Rojo y negro a la Iliada o la metamorfosis, los libros que sirven para vivir vidas paralelas (¿las que no se producen en la realidad de todos los personajes de esta obra, de vidas planas?).

Como en muchos de las obras de la autora, más que enseñanzas hay perplejidades, momentos de extrañeza, como si en nuestra posmodernidad (de la que es una excelsa representante) ninguna pieza casara con la adyacente y las relaciones entre ellas (entre nosotros mismos) son extrañas, casuales, casi de pesadilla o de absurdo.





domingo, 24 de marzo de 2024

EL PRIMER MAPA. LA MESOPOTAMIA DEL SIGLO VII a C.
















Marduk, creador del mundo, señala cómo ese dios había dispuesto el interior del esferoide universal . Éste tenía seis niveles en total: tres para el Cielo y otros tantos para el Infierno. En la parte alta de «Arriba», un «Cielo superior», donde reinaba Anu; uno «intermedio», sede de Marduk, rodeado de los «dioses celestes», los Igigi ; y un «Cielo inferior», en el que se encontraban los astros y las constelaciones, imágenes y reflejos de los dioses. Seguían, siempre en orden descendente, una «tierra firme superior», en la que se encontraban «encerrados» los hombres, que el texto califica de «evanescentes» para subrayar su mortalidad natural; el nivel inferior, «la tierra firme intermedia», era el Apsü , capa freática universal y residencia de Ea; y el sexto, abajo del todo, «la tierra firme inferior», sede de los Anunnaki, los dioses infernales, y, según la creencia común, lugar de reunión de los «fantasmas» humanos después de la muerte. La Tierra propiamente dicha, habitáculo de los hombres, superpuesta al Apsü y al «Infierno», no nos es descrita en ninguna parte en su conjunto; pero si se reúnen las diversas alusiones que nos quedan, diseminadas, de su geografía mitológica, muy lejos de la nuestra y en, la que nos es tan incómodo entrar, el mejor cuadro, conseguido mediante su reunión, y que, a falta de algo mejor, puede sugerirnos la idea que se hacían de ella,

(...)

El plano diametral de la «esfera» estaba ocupado enteramente por la inmensa extensión del mar, digamos «el mar terrestre», sin que veamos bien sus relaciones ni con el océano cósmico —el Abismo, en el que flotaba la enorme esfera hueca del universo— ni con la capa freática universal del agua dulce, el Apsü. En el reborde externo, circular, de este mar, en los confines del mundo, quizás se había imaginado toda una interminable cadena de montañas para sostener el firmamento, como «las columnas del cielo» de que habla el libro bíblico de Job . En medio de este mar inmenso se encontraba la tierra de los hombres, la nuestra, semejante a una isla, accidentada, pero plana, y cuyo centro, la porción más noble e importante, era, naturalmente, Mesopotamia.

(...)



















De alrededor del 700, en la forma de un «mapa» dibujado y comentado . En él se ve, en el centro, dos inmensos círculos concéntricos que representan «el mar» (literalmente, en el texto: «el agua amarga», acre y salada: marratu). En el interior de este mar circunterrestre aparece, en forma de paralelepípedos para las regiones y de círculos para las «ciudades», toda la extensión de Mesopotamia, en sus partes esenciales, desde la montaña del Norte y Armenia hasta las ciénagas meridionales, lindando con el golfo Pérsico, y, en medio de todo, entre algunas localidades representadas —una simple elección, de la que no tenemos la clave—, Babilonia, centro del mundo. Más allá del doble «círculo marino», como para subrayar que, para alcanzar esos niveles, era necesario atravesar el mar o vastas extensiones de países lejanos, figuraban, en forma de triángulos, ocho (no quedan más que cinco en la deteriorada tablilla) «regiones» misteriosas, evidentemente muy apartadas y más supuestas que exploradas. Del texto, que explicaba su disposición, su extensión, su distancia o su contenido, ha subsistido demasiado poco para ofrecernos un cuadro satisfactorio. Quizá una de esas regiones, en el Extremo Oriente, evocaba el muy lejano extremo del mundo donde Gilgames había encontrado al héroe del Diluvio, inmortalizado y retenido en aquellos remotos confines y separado de los hombres . Quizás también otra desembocaba en el Extremo Occidente, sobre el misterioso «curso de agua» que se debía atravesar para alcanzar la morada de los muertos, en el Infierno .


La religión más antigua: Mesopotamia (Jean Bottéro)


Imágenes tomadas de wikipedia


sábado, 23 de marzo de 2024

El libro del sábado. Umbral. Capital del dolor.

 

Una novela para leer emparejada con la Leyenda del César visionario, que nos habla de la republica y la guerra civil en Valladolid, olvidando las cúpulas del poder para centrarse en la vida cotidiana de la burguesía de provincias, los jóvenes poetas poco a poco captados por la época de la Falange, los obreros y ferroviarios, las putas, los chiquillos, las tertulias...
Vemos en ella crecer el poder falangista con todos sus oropeles y se van desmenuzando las múltiples causas de ese crecimiento que lentamente va facturando la sociedad.
Una vez empezada la guerra nos encontramos con los pacos y las sacas falangistas con sus fusilamientos al alba, la progresiva ruptura de la Falange, la contaminación y radicalización de todos los odios, el rapado de rojas, las huelgas revolucionarias, las palizas...
La descripción de toda la guerra civil en retaguardia con apenas una docena de personajes verdaderamente espectacular (hay que tener mucho talento para hacer algo semejante).





                                                   ÍNDICES DE NARRATIVA

jueves, 21 de marzo de 2024

AGUSTÍN LAJE. LA BATALLA CULTURAL (los jueves pensamos)

 


No, no torzáis el gesto, por lo menos no desde el principio, ni tampoco leáis el subtítulo.
Quedaos por el momento con el título general y disfrutaréis igual que lo hice yo aunque seáis progresistas.
No entréis en la propia batalla cultural que se analiza en el libro y encontraréis un ensayo potente y objetivo que analiza el concepto de poder y el de cultura como fuente moderna del mismo.
Con miles de citas de todo pelaje (pero siempre muy competentes) Laje analiza en qué consiste esta idea de la batalla cultural inventada en la Revolución francesa  que la izquierda fue haciendo suya a través de los intelectuales de Nietzsche, escuela de Fráncfort, Gramsci o los posmodernos del entorno de Foucault.
En esta larga cadena de esfuerzos la cultura se convierte en un arma (tanto ofensiva como defensiva) que la revolución digital ha convertido en crucial, pues es la que establece el relato (y con el las adhesiones y odios, el punto de vista crítico...).
Su lectura es sumamente reveladora de los mecanismos y procesos que nos han llevado al mundo posmoderno, digitalizado y woke que ha sucumbido al dominio neoliberal y global y las diferencias sólo se establecen en el terreno de esta cultura.
Todo este análisis es impecable y podrá servir al lector para que analice según su ideología el mundo de la política actual, tanto a la izquierda como a la nueva derecha radical.
Un magnífico manual de análisis político



                               ÍNDICES DE NARRATIVA



miércoles, 20 de marzo de 2024

Las cosas de Laura. Realidades

 —Lo que me parece increíble —señaló Carlos— es que, estando el mundo lleno de personas reales, cada una con su historia a cuestas, tengamos necesidad de personas irreales como la Cenicienta o como estos dos pobres niños, Hansel y Gretel. 

—Bueno —dudó el padre—, ellos son reales en una dimensión; nosotros, en otra, y las dos realidades compiten en crueldad. 

—No se me va de la cabeza —apuntó Carlos— la imagen de las palomas sacando los ojos a las hermanastras de Cenicienta.


Solo humo (Juan José Millás)



LAS RARAS NOTICIAS DE LAURA


lunes, 18 de marzo de 2024

COSAS DE GRIEGOS. SACRIFICIOS













Wikipedia

El acto ritual central en la antigua Grecia era el sacrificio de animales, especialmente de vacas, cabras y ovejas. Los sacrificios se llevaron a cabo dentro del santuario, por lo general en un altar delante del templo, con los participantes reunidos para consumir las entrañas y la carne de la víctima. Ofrendas líquidas, o libaciones, también se hicieron comúnmente. Las fiestas religiosas, literalmente, llenaron el año de días de fiesta. 

Los cuatro festivales más famosos, cada uno con su propia procesión, competiciones deportivas, y los sacrificios, se llevaron a cabo cada cuatro años en Olimpia, Delfos, Nemea e Isthmia. Estos festivales panhelénicos fueron disfrutados por gente de todas partes del mundo de habla griega. Muchos otros festivales se celebran a nivel local, y en el caso de los cultos mistéricos, como el de Eleusis, cerca de Atenas, sólo iniciados podían participar. 


Jorge Tomás García. Iconografía clásica. Grecia y Roma 


Para saber mucho más


      COSAS DE GRIEGOS

domingo, 17 de marzo de 2024

EL DILUVIO MESOPOTÁMICO

Quedaban por «explicar» datos inseparables de nuestra vida y que no estaban necesariamente incluidos en esta aparición en el mundo: la existencia de la enfermedad y de las grandes plagas de la naturaleza, los medios de preservarse de ellas, no menos, a fin de cuentas, que algunas particularidades, incluida la duración normal de la vida humana. 

Ésta, se creía, aun encontrándose de entrada abocada a la muerte, había sido primero extraordinariamente prolongada; una especie de resumen más o menos fantástico de la historia antigua del país, la Lista real sumeria, se refería a personajes antiguos que habían vivido hasta sesenta y cuatro mil ochocientos años. Todas esas innovaciones se habían operado de manera sucesiva, explica El muy sabio, de la manera siguiente. Los primeros hombres, libres de todo lo que pudiera frenar su reproducción y dotados de una existencia interminable, se multiplicaron pronto hasta tal punto que, aun dedicándose con entusiasmo a su tarea, para satisfacción de los dioses, provocaban tal alboroto que Enlil, el rey de los dioses, no podía dormir, y un tanto irritado se decidió a diezmarles. 

Y les envió primero la «epidemia», la enfermedad; y, en un segundo momento, la sequía y el hambre consecuente. Pero de ambas escaparon, pues El muy sabio, su rey, llamó en su auxilio a su protector sobrenatural, Enki/Ea, su «inventor» y creador, que tenía el máximo interés en no verles desaparecer, y que les enseñó a frenar y hacer desaparecer el mal mediante intervenciones rituales de exorcismo . 

De este modo, los habitantes de la tierra fueron cada vez más numerosos, bulliciosos y ruidosos, y ante su estruendo perpetuo, Enlil, siempre insomne e impaciente, decidió por fin, de manera completamente brutal y en realidad absurda, aniquilarlos recurriendo al arma imparable y absoluta del Diluvio (tema literario y mitológico hasta entonces desconocido como tal): una formidable inundación general, provocada por una enorme crecida y precipitaciones torrenciales. Ante esta nueva y mortal amenaza, Enki/Ea, preocupado ante la posibilidad de ver de nuevo a los dioses en la situación catastrófica de la que les había sacado, precisamente, por la creación de los hombres, se las arregló, con mucha astucia, para dejar como reserva, en una barca insumergible, al menos a un hombre (Atrahasïs precisamente) con su familia y lo necesario para reconstruir la fauna universal. Aplacado el Diluvio y llevado a cabo este plan salvador, el propio Enki/Ea tomó cierto número de medidas conservadoras para evitar de nuevo una superpoblación que, privando otra vez al irascible Enlil de su tranquilo reposo, le indujera a adoptar nuevas decisiones fatales. 

Redujo la existencia de cada hombre a su duración normal, mucho más corta y que es todavía la nuestra , e introdujo, en el otro extremo de la vida, disposiciones antinatalistas: esterilidad de un cierto número de mujeres y mortalidad infantil. Así terminaba el largo y claro relato de El muy sabio. En


La religión más antigua: Mesopotamia (Jean Bottéro)

sábado, 16 de marzo de 2024

TAVARES. El reino

                                                                    
Se trata de una recopìlación de las primera obras negras del autor (Un hombre: Klaus Klump, la máquina de Joseph Walser, Jerusalén y Aprender a Rezar en la era de la técnica) que, como apunta Vila Matas, son el verdadero reverso tenebroso de Barrio.
Igual que en él las novelas se componen por medio de pequeñas piezas que concentran (como si fueran un agujero negro) todo el contenido a veces en una sola frase, tan rotunda y exacta que habría que enmarcarla; decenas de veces ocurre esto.

El contenido de estos libros es la negrura en sus múltiples registros: la cárcel, la amputación, el terrorismo, las violaciones, el sexo como poder, la psiquiatría, los militares por dentro, la guerra, la resistencia, las colecciones obsesivas, las investigaciones sobre el horror y el mal, las minusvalías, los hijos no queridos, la enfermedad, la muerte... Todo un verdadero manual para avisar a incautos sobre las terribles fallas y futuros terremotos que tenemos a nuestros pies en este siglo que consideramos tan moderno y ajeno a todo

De los cuatro libros, el que más me ha llegado a conmover es el último de ellos, toda una radiografía de cómo se crean los fascismos (con una segunda parte todavía más terrible, de cómo la enfermedad destroza a los creadores de estos totalitarismos).








miércoles, 13 de marzo de 2024

EL LIBRO DEL SÁBADO Max. Rey Carbón

Qué maravilloso es leer? a Max. Quizás mejor ver, aunque eso no sería suficiente. Mirar cómo se hace con un cuadro. Cómo se devora una película extraña

Max es algo más que un dibujante. Es un filósofo que dibuja las ideas y nos las enseña. Parecen formas muy fáciles pero son increíblemente complejas en su sencillez.
Aquí, precisamente, habla del origen de la pintura. De sus causas materiales y espirituales en donde (buque posmoderno) la historia se riza para pintarse a si misma, y los trazos se convierten en realidades.
Realmente es difícil explicarlo pero yo en ocasiones les he puesto a mis alumnos algunos de sus dibujos y, tras la extrañeza inicial, han sido fantásticos lugares para expresar sus miedos, esperanzas y necesidades. Solo hay que dejarles un poco de tiempo y actúan como magia en nuestro interior
Probadlo.




martes, 12 de marzo de 2024

LA REVOLUCIÓN CHINA (2). Guerra Mundial y triunfo Comunista (1937-1949)

 Tras la larga marcha...


Ante la inminente invasión japonesa, los nacionalistas y los comunistas llegaron a un acuerdo para hacer frente a los japoneses. La razón estuvo en la presión popular y en el secuestro de Chang Kai Chek por sus propios oficiales para obligarle a negociar con los comunistas. En 1937 Japón invade toda China nororiental y la costa obligando al kuomintang a trasladarse hacia el sur. Los japoneses limitan su ocupación a las zonas costeras y el río Yang Tse, las zonas más desarrolladas. No disponen de efectivos suficientes para dominar toda China, que queda dividida en tres partes: zona japonesa, zona comunista y zona del Kuomintang.



El Kuomintang sufrirá una grave crisis durante la guerra por culpa de la corrupción y la crisis económica. Pierden sus principales recursos que están en manos japonesas, y no llega a ayuda estadounidense hasta 1945. Mientras los comunistas consiguen la adhesión de la población con su reforma agraria y fortalecen su ejército cuando el ejército soviético les entrega todo el armamento japonés requisado en Manchukuo

Acabada la guerra mundial, intentan mantener el acuerdo porque ninguno tiene la seguridad de salir victorioso en una nueva guerra civil. Sin embargo, las diferencias ideológicas son tan grandes que en 1946 se reanuda la guerra que dura hasta 1949. Los nacionalistas del Kuomintang son totalmente derrotados y se refugian en la isla de Formosa donde crean un nuevo estado, Taiwán. Mao proclama la República Popular de China y se convierte en Presidente, con Zhou Enlai como primer ministro.



Los gobiernos de Mao

lunes, 11 de marzo de 2024

COSAS DE ROMANOS. El Cristianismo y Constantino


Los dirigentes de la Iglesia, especialmente en el mundo griego, hallaron que podían identificarse con la cultura, puntos de vista y necesidades del ciudadano medio acomodado. De ser una secta orientada contra, o al margen de, la civilización romana, el cristianismo se había transformado en una institución preparada para asimilar a toda la sociedad. Es este, probablemente, el más importante aggiornamento en la historia de la Iglesia.

 Fue este con certeza el evento aislado más decisivo en la cultura del siglo III, pues la conversión de un emperador al cristianismo, la llevada a cabo por Constantino en el 312, podía no haber ocurrido o, si hubiera sucedido, podría haber tomado un significado totalmente diferente si no hubiera estado precedida dos generaciones antes por la conversión del cristianismo mismo a la cultura y a los ideales del mundo romano.

 Orígenes de Alejandría (c. 185-c. 254) fue el imponente genio cuyas obras sintetizaron la posibilidad de tan venturosa asimilación. Su obra, continuada por una sucesión de obispos griegos, culminó en los escritos de Eusebio, obispo de Cesarea, contemporáneo y consejero del emperador Constantino desde el 315 hasta el 340. Para Orígenes y sus discípulos, el cristianismo era la religión «natural» y «original». Las «semillas» de la doctrina cristiana habían sido sembradas por Cristo en todos los hombres. Ya desde la creación había cuidado de ellas de varias maneras. Cristo, por consiguiente, había «velado» por lo mejor de la cultura griega —la filosofía y la ética en especial— del mismo modo que había revelado la Ley deliberadamente a los judíos; la fundación de la Iglesia cristiana universal por Cristo había sido sincronizada a propósito con la instauración de la paz romana universal por Augusto. 

Por consiguiente, un cristiano no podía rechazar ni la cultura griega ni el Imperio romano sin ofrecer la impresión de dar la espalda a una parte del progreso divinamente ordenado de la raza humana. Cristo era el «pedagogo de la estirpe humana», y el cristianismo, la cúspide de su educación, la «verdadera» paideia, la «auténtica» cultura. Orígenes y sus sucesores enseñaron a los paganos que convertirse al cristianismo era, en último término, dar un paso desde un estadio confuso y subdesarrollado de la moral y del crecimiento intelectual hacia el corazón de la civilización. En los sarcófagos y en los frescos de finales del siglo III Cristo aparece como el pedagogo divino, tocado con la vestimenta sencilla de un profesor de literatura impartiendo sus clases —como debió de hacerlo Orígenes— a un tranquilo círculo de discípulos bien educados. El obispo cristiano había llegado a formar parte de la «intelligentsia» de muchas ciudades griegas; también él se sentaba en una cátedra, y se le imaginaba como «impartiendo sus clases» a su didaskaleion, a su grupo de estudiantes, sobre temas éticos simples o profundos.


El mundo de la Antigüedad Tardía (Brown, Peter)


TODAS NUESTRAS COSAS DE LOS ROMANOS

sábado, 9 de marzo de 2024

Erri de Luca. Natura expuesta


La religión y el sexo, los inmigrantes y los turistas, la montaña o el mar, la vejez, el amor, el arte ...

Erri Luca es un maestro de lo breve, un poeta de las narraciones concisas, de las frases simples... que envuelven universales, los acunan, les dan una melodía propia que les hace llegar al lector como pequeños animalillos.

En este libro un proyecto de anciano, que conduce a emigrantes a pasar la frontera de los Alpes por el pago de nada, decide una nueva vida, y marcha hacia el sur y el mar. Allí le encargarán un curioso trabajo: restaurar un bellísimo crucificado ... que se hizo desnudo pero luego cubrieron con paños de granito.

El encargo es volver a desnudarlo y reparar la natura expuesta. Una obra tan pequeña como magna que le hará reflexionar sobre muchas cuestiones, desde el decoro hasta el compromiso.

Será ese futuro anciano el que vaya pensando y describiéndonos esta curiosa aventura, tan delicada como exacta, que más que contarse hay que leer con el mismo cuidado con el que está escrita, pues Erri de Luca siempre es diferente, pero cuando se le descubre se convierte en un imprescindible.

CIPRIÁN


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ÍNDICES DE NARRATIVA


jueves, 7 de marzo de 2024

Peter Kingsley. En los lugares oscuros del saber (los jueves pensamos)

Un libro contra la academia habitual. Un libro sobre la filosofía griega que nada a contracorriente.

Frente a la tradición (Sócrates, Platón y Aristóteles) plantea la vigencia e importancia de los presocráticos (en especial Parménides y los pitagóricos) como otra forma de filosofía que, sin abandonar los racional, no se aleja de todo otro tipo de potencias intelectuales y sensitivas del hombre que (en aquellos momentos) habría que relacionar con la magia, las religiones mistéricas y las formas iniciáticas de saber que necesitan no sólo el intelecto sino también la muerte, el sueño o los dioses como formas de conocimiento global.

Los dioses (en especial Apolo y Asclepio) y ciertas polis (Focea, Marsella y, aunque  no se cite, Empuries) crean toda una red de conocimientos iniciados en la zona de Asia Menor que están en el origen de múltiples gnosticismos y misticismo tardo antiguos y medievales que serán ocultados (por una espectacular manipulación en sus textos) por Platón, reconvertidos en algunos temas como el alma, la armonía o el gobierno de la polis y olvidando toda una visión holística del hombre.

Muy interesante para pensar sobre los orígenes de nuestra tradición filosófica


MARÍA

miércoles, 6 de marzo de 2024

LA REVOLUCIÓN CHINA (1) El origen

General Chang Kai Chek

El Partido Comunista Chino (PCCh) se fundó en Shanghai en 1921, contando entre sus primeros miembros con Mao Zedong. En 1923 Sun Yat-sen aceptó el consejo soviético para reorganizar un Kuomindang en proceso de desintegración, y fortalecer sus débiles fuerzas militares. Al mismo tiempo aceptó el ingreso de comunistas en el Kuomintang. Los principios ideológicos de Sun (nacionalismo, democracia y socialismo) estaban íntimamente relacionados con un espíritu antiimperialista y la defensa de la unificación nacional. A pesar de la muerte de Sun en 1925, el rejuvenecido Kuomintang, bajo el mandato del joven general Chang Kai Chek, formado en la Unión Soviética, lanzó una expedición militar en 1926 desde su base de Cantón.  

Chang Kai Chek buscaba reunificar China bajo el mandato del Kuomintang y liberar al país del imperialismo y de la fuerza de los jefes militares provinciales (los llamados señores de la guerra). No obstante, antes de que el Kuomintang completara la reunificación territorial de China ya en 1928, Chang Kai Chek llevó a cabo una cruenta purga de los miembros comunistas del partido, y desde entonces confió en el apoyo de las clases propietarias y de las potencias extranjeras (asistencia alemana bélica). Chang Kai Chek establece la nueva capital en Nankin y comienza una modernización sistemática de las estructuras sociales y económicas.

Los ataques del gobierno de Chang Kai Chek contra los comunistas les obligan a abandonar toda la costa de China e internarse en la China central. 















Es la Larga Marcha, que realizan varias decenas de miles de comunistas chinos con sus principales líderes al frente entre 1934 y 1935. Hostigados en todo el recorrido de casi 10.000 kilómetros muchos mueren por el camino, pero acaban reorganizándose y formando una ejército fuerte con los campesinos, la nueva clase revolucionario en lugar de los obreros. El poder de PCCh pasa a ser ostentado por Mao, líder de la línea no oficialista, que pretende la revolución desde el campo.


Imágenes tomadas de wikipedia

lunes, 4 de marzo de 2024

COSAS DE GRIEGOS. La mayeútica socrática

 —Eso me recuerda, querido Hipias, que el otro día, escuchando un discurso, alabé las partes que me parecían bellas y critiqué las que no me lo parecían. Después de hacerlo, un hombre me preguntó con severidad: «¿Quién te ha enseñado lo que es bello y lo que es feo? ¿Acaso eres capaz de decir qué es la belleza?». Mi simpleza me impidió responderle, y me dije que la próxima vez que me encontrara con alguno de vosotros, sabios como sois, os pediría que me instruyerais sobre qué es la belleza. Te ruego que me lo expliques con claridad para poder enfrentarme otra vez a este hombre sin que vuelva a burlarse de mí. 

—Nada más sencillo, Sócrates. Si no fuera capaz de algo así, se me consideraría un necio.

 —¡Por Hera, muy bien dicho, Hipias! Tan sólo permíteme ocupar el papel de ese hombre, y presentarte las objeciones que él me podría hacer.

 —Haz como te parezca, Sócrates, pero dale esta respuesta y no tendrá nada más que preguntar: la belleza es una joven hermosa. 

Sócrates alzó las manos.

—Tu respuesta es maravillosa, Hipias. —Ladeó ligeramente la cabeza—. Cuando se la presente a este hombre, ¿crees que no me hará ninguna objeción? 

—Nada podrá decirte, y todos los presentes te darán su conformidad. —El sofista paseó la mirada por sus oyentes, que murmuraron respuestas de aprobación. 

—Es probable que sea así; sin embargo, creo que este hombre me diría: ¿una hermosa yegua no es también una cosa bella? —Así es, Sócrates, en mi tierra hay jacas muy hermosas. —Él proseguiría: ¿y una hermosa lira, no es una cosa bella?

 —Sin duda. 

—¿Y una hermosa cacerola? 

—¡¿Qué dices, Sócrates?! No es posible que ese hombre sea tan grosero que se sirva de un objeto así de vulgar para tratar una materia tan elevada. 

Sócrates compuso una expresión pesarosa. 

—Me temo que sí lo es, pero aun así debemos responderle, ¿y acaso de una cacerola bien elaborada, perfectamente alisada y con elegantes asas, no se puede decir que es bella? 

—Puede decirse, claro, pero es obvio que la más hermosa cacerola no es bella si la comparas con una joven hermosa.

 —Comprendo bien lo que me dices, Hipias, aunque este hombre replicaría que del mismo modo la más hermosa de las jóvenes es fea si la comparamos con una diosa. ¿Y no tendría razón?

 —Indudablemente. 

Sócrates enarcó las cejas.

 —Pero entonces se echaría a reír, y diría que le he dado como definición de belleza algo que yo mismo tan pronto admito que es bello como feo. Incluso me preguntaría si de verdad considero que la belleza en sí misma, aquello que hace bellas a todas las cosas que lo son, es en realidad una doncella, una yegua o una lira. 

En la galería se alzaron algunos murmullos apreciativos que crisparon el rostro de Hipias. Querefonte se preguntó si el sofista todavía no se habría percatado de que Sócrates se refería a sí mismo cuando hablaba de aquel hombre tan inconformista con las respuestas. 

—Por todos los dioses, Sócrates. Es fácil responderle, pero este hombre es un imbécil que no entiende una palabra de belleza. Dile que la belleza que busca no es sino el oro, pues aplicado a una cosa que antes era fea la convierte en bella.

 —Ay, Hipias, no conoces la terquedad de nuestro hombre, y cualquier respuesta que le dé la examinará detenidamente.

 —Tendrá que rendirse a la verdad, y si la combate, habrá que rechazarlo como a un impertinente. 

—No obstante, amigo mío, él respondería: «Imbécil, ¿crees que Fidias era un ignorante? No hizo de oro el semblante de la Atenea del Partenón, ni sus manos ni sus pies, sino que los hizo de marfil». ¿Qué tendré que responder a esto, Hipias? 

—Fidias hizo bien, pues también el marfil es una cosa bella.

 —«¿Y las piedras preciosas?», me preguntará él, ya que Fidias las puso en las niñas de los ojos de Atenea en lugar del marfil. ¿Confesaremos, Hipias, que una piedra preciosa puede ser bella? 

—Puede serlo, cuando cuadra bien como en los ojos de Atenea.

 —¿Y cuando no cuadra, diremos que es fea? 

—Así es, Sócrates. Lo que cuadra bien a una cosa es lo que la hace bella —remarcó aquella aseveración con un gesto enérgico de su dedo extendido. 

—Excelente, pero nuestro hombre continuaría: si vamos a cocinar con la bella cacerola de la que hablábamos antes, ¿qué cuchara le convendrá más, una de higuera o una de oro? 

—¡Por Hércules! Sócrates, este hombre es un ignorante.

 —Es cierto que fatiga con sus preguntas. No obstante, ¿qué le diremos, Hipias? —La de higuera conviene más, pero no me gustaría razonar con un hombre que hace semejantes preguntas.

 —Tienes razón, no sería justo que un sabio al que admira toda Grecia, tan bien vestido y calzado, tuviera que escuchar un lenguaje tan llano. Sin embargo, a mí no me importa conversar con este personaje. Con respecto a si la belleza es lo mismo que el oro, pienso que ha quedado establecida su falsedad. 

—¿Quieres, Sócrates, que te dé una definición de belleza que ponga fin a estos largos y fastidiosos discursos? 

—Eso es justo lo que quiero, Hipias. 

—Digo, pues, que en todo lugar, en todo tiempo y por todo el mundo es siempre una cosa muy bella el buen comportamiento, ser rico, verse honrado por los griegos, alargar mucho la vida, y recibir de los hijos los últimos honores con la misma piedad y magnificencia con que han sido dispensados a los padres.

(...)

—Es fundamental, y poco común —continuó el filósofo—, distinguir entre conocimiento y opinión. Muchos que se consideran sabios tan sólo están henchidos de opinión, hasta tal punto que ni siquiera el más leve conocimiento puede entrar en ellos. Y debéis daros cuenta de que a menudo la diferencia entre un hombre común y otro considerado sabio es la intensidad con la que éste expresa sus opiniones. Casi podría afirmaros que cuanto más convencido se muestre un hombre de lo que afirma, más deberíais dudar de sus afirmaciones. 

—Pero, Sócrates —intervino uno de los jóvenes que asistía por primera vez—, ¿qué puedes enseñarnos tú entonces, de qué sirve que nos hagas desconfiar de todo lo que sabemos? 

—Ay, querido amigo, yo sólo puedo enseñaros lo que sé. Mi pequeña sabiduría consiste en haber aprendido que los hombres creen saber sin que eso sea cierto. No obstante, quizá podríamos aprovecharnos también de cierta habilidad que creo tener para la enseñanza; y aún hay otra destreza que aprendí de mi madre, Fainarate, que era comadrona. Se trata de la mayéutica, el arte del alumbramiento. Mi madre ayudaba a las mujeres a dar a luz, y yo hago lo mismo con las almas de aquellos que aceptan que los interrogue. El primer conocimiento que hay que alumbrar, no obstante, es la consciencia de nuestro desconocimiento. Es como si quisiéramos pintar un cuadro en una tabla que unos niños hubieran llenado de garabatos. Lo mejor será limpiar primero la tabla, y sólo después empezar a pintar en ella. 

Otro de los jóvenes, sorprendido ante las palabras de Sócrates, se apresuró a replicar.

 —¿Qué conocimiento vamos a adquirir con tus enseñanzas, si manifiestas que no sabes nada? 

Sócrates le respondió con énfasis. 

—El verdadero conocimiento no se aprende, se llega a él mediante conclusiones propias, si bien un maestro puede guiarnos a través del proceso de razonamiento. Saber que lo que creíamos que era cierto no lo es ya es estar por delante de quienes están llenos de verdades sólo aparentes. Y no debes dudar de que indagar es avanzar en el conocimiento, aunque todavía no se haya alcanzado la meta.


El asesinato de Sócrates (Marcos Chicot)


                               COSAS DE GRIEGOS

sábado, 2 de marzo de 2024

El libro del sábado. Sally Rooney. Gente normal

Ya me lo habían recomendado varias personas, pero las cosas que pasan, siempre aparecen otros libros "imprescindibles" que van dejando en la parte de abajo de la lista del libro electrónico el que tú realmente quieres leer.

Ocurrió así hasta un día de marzo en el que, de repente, había estallado la primavera y me salí a la terraza con el libro bajo el brazo y ...  casi me quemé porque no pude dejarlo durante horas, hasta casi la mitad.

Qué maravillosa historia de amor (y desamor), qué estilo tan absolutamente limpio y rápido (que en realidad no lo es, sino una trampa sutil que nos habla en presente de las cosas, como si pudiéramos tocarlas con las yemas de los dedos, ocultando hábilmente que estos pasajes rápidamente retornan al pasado, remansan las aguas vivas y nos cuentan cosas que ya pasaron y nosotros deberíamos saber. Aunque resulte pedante - y pido perdón por anticipado -  a mi me venía constantemente la idea de Mahler y algunas de sus grandes sinfonías en donde el mecanismo era el mismo. Lo siento, pero la cabra tira al monte, claro).

Me tenía fascinada la historia y sus ritmos. Era tal su verdad, ... que no pude evitarlo.

Lo de Luis estaba aún demasiado reciente (creo que siempre lo estará) y una historia de amor adolescente y juvenil que es imposible de evitar pero también de manejar era demasiado semejante para no caer en los recuerdos.

Pero aún más,  Connell era la timidez y la falta de autoestima de Luis, con todas sus terribles pajas mentales y sus máscaras frente al mundo, pero .... ¿y Marianne?

Sin poder evitarlo leí el libro pensando que Marianne bien podría ser Sabrina. El otro lado de la historia de amor de mi gran amigo. El lado oculto de la luna que sólo pudimos conocer por fuentes indirectas (el propio Luis, alguno de sus amigos como Pablo o Alfonso...). Casi una sombra chinesca de la que supimos por las ondas en el agua que generaron sus actos.

Según fueron escribiendo el libro sobre ellos dos, tanto Solsona como Ciprián me lo dijeron muy a menudo. Sabrina es el fantasma mayor de toda la escritura. Con Luis nos llevamos sorpresas pero todo tenía una lógica pero a Sabrina la odiamos y la amamos con igual intensidad y por persona interpuesta. Casi como si fuera un personaje literario.

Todo esto me hizo reflexionar y valorar aún más esta novela, pues además de hablar (como pocas veces he visto desde Edad Prohibida) de la adolescencia y su lucha por el reconocimiento social (todo un complejo mecanismo de poderes que se ejercen o nos someten), es la historia de dos personas y cómo entienden el amor (tanto hacia ellos como hacia el otro). Una historia de sus múltiples contradicciones, de sus ternuras y deseos pero también de sus más terribles maldades. Una novela de conversaciones nunca demasiado claras que esconden más que muestran, como la vida misma.

Laura



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