martes, 28 de diciembre de 2021

Luis. Mi vida escrito por otros. Los tiempos posteriores a Cristina

 Eso sí le interesaba: la mañana y la salida esa mañana de la casa de una chica nueva. Ahí, consideró, se ocultaba un cuento.

Piercing quería hablar —lo tenía claro— de la mañana en que uno salía de una casa nueva donde, en la noche, había tenido sexo con una chica nueva. Le parecían, esas mañanas, luminosas, absurdas, imperiales. El mundo —o, al menos, la ciudad— perdía hostilidad, no había panteísmo ni armonía mayores que los de esas mañanas en que uno despertaba en casa ajena, inusitadamente, teniendo además todo el día por delante para echarlo a perder, porque en ese día, que solía ser domingo, no habría nada equiparable al lance carnal de la noche pasada, y uno podía vivirse con indolencia, después de aquello, como si se hubiera puesto la vida a cero, su marcador de sueños pendientes, de pequeñas felicidades por colmar, y uno por una vez pudiera volver a casa sin pensar en lo que haría mañana, o pasado mañana, o en todos esos miércoles mortales.

Alabanza (Alberto Olmos)


Luis o Luis


sábado, 25 de diciembre de 2021

Javier Tomeo. La agonía de proserpina.


Tomeo siempre tuvo la capacidad de crear espacios e historias en los lugares más cotidianos. Unas atmósferas (tan cuánticas) que tienen tanto de humor absurdo como de la más alta poesía, todo enredado hasta convertir el mundo en algo agobiante y extraño, tan metafísicamente correcto como mágicamente imposible.

Lo suyo son, como estas palabras, las contradicciones. Ellas y los personajes ambiguos, profundamente impares, cuyas vidas se rigen por códigos muy distintos pero no por ellos menos férreos que los nuestros.

Aquí solo hay una habitación en una noche terriblemente calurosa y una pareja. Él escribe una historia que cuenta la vida de una pareja en una habitación en una noche de tórrido calor.
Es un cuadro dentro de un cuadro o dos espejos que se miran, y entre ellos se habla de la muerte de los números, las operaciones, el sexo, las armas y... Tal vez el amor, o quizás algo parecido.
Lucas Corralejo




                                                   ÍNDICES DE NARRATIVA

sábado, 18 de diciembre de 2021

EL LIBRO DEL SÁBADO Elena Garro. Recuerdo del Porvenir

Qué maravillosa novela; una de las grandes lecturas de este verano.

Un pueblo en medio de la nada, Ixtepec, nos relata en primera persona las historias de algunos de sus personajes que hablan de poder y miedos, de poderes ilimitados que no consiguen controlar lo verdaderamente importante, de amores intensos, crueles, tiránicos o melancólicos.
Casi como si fuera metaliteratura, Garro nos habla de gentes que recuerdan su futuro, como este propio libro que inspirará a la Comala de Rulfo o las inquietantes soledades del Macondo de García Márquez, con sus trasfondos de guerras civiles y revoluciones que se concretas en tragedias personales, tan íntimas como demoledoras.
Un libro, además (y tan temprano, 1963) sobre mujeres fuertes que desean crear su propio destino y, también, de paisajes extremos que hablan sobre sí mismos, creando una conciencia sobre el calor o las lluvias.
Todo con una prosa tan desbordante y musical como la que amamos en Gabo.
¿Qué más se le puede pedir a una novela?

Solsona


                                              ÍNDICES DE NARRATIVA


martes, 14 de diciembre de 2021

LAS COSAS DE LAURA. Algunos feminismos vistos por una feminista

 Una vez vi una iniciativa de una asociación feminista que consistía en salirse al fresco después de cenar, como hacía mi abuela con mi tía Ana Rosa y la Tere y la otra Tere, la de más arriba, y la Manoli y la Conchi y la Ele entre mayo y septiembre. A este fenómeno lo denominaban «tejer redes de cuidados femeninos». Me imaginé entonces explicándole a mi abuela y a mi tía Ana Rosa y a la Tere y a la otra Tere y a la Manoli y a la Conchi y a la Ele que lo que llevaban haciendo toda su vida porque vieron cómo lo hacían sus madres y sus abuelas era «tejer redes de cuidados femeninos» y me reí. 

Ana Iris Simón. Feria


LAS RARAS NOTICIAS DE LAURA


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TODOS NUESTROS ÁNIMA MUNDI

sábado, 11 de diciembre de 2021

Tierno Galván ascendió a los cielos. Francisco Umbral.

He leído poco a Umbral más allá de sus maravillosas columnas de opinión. Pero muy poco sus novelas, y eso hay que empezar a arreglarlo.

El libro casi vino a mi, en la Cuesta de Moyano, y eso ya es una buena señal.

Más que una verdadera novela es una larga crónica de aquellos años de la transición que Umbral conoció en primera línea, con retratos magistrales de decenas de políticos, intelectuales (aunque apenas escritores) y otra gente de malvivir que construyó un sueño casi imposible, una España moderna que al fin saliera de su larguísimo, inacabable siglo XX.


La obra es eso y los usos y costumbres de una época que estaba comenzando a romper las costuras de un traje ya tan gris y obsoleto. Se habla así de las terribles pugnas (culturales, religiosas, sexuales) entre la España oficial y la España que despertaba, especialmente en Madrid con su Movida, que tanta relación tuvo con el viejo profesor.
Quizás esta parte, la de una larga y bella amistad entre el político y el escritor, sea el momento más intenso de todo el libro que se lee apenas sin respirar y, para la gente más joven, enseña mucho más de nuestra historia más reciente, que muchos y sesudos tomos de historia.







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jueves, 9 de diciembre de 2021

LA CORTE DE FELIPE II. PODER E INTRIGAS CON EL ESCORIAL COMO FONDO

 SDELBIOMBO - - RENAC. ESPAÑA

 

 Felipe II por Sánchez Coello (1570)

Tomado de http://es.wikipedia.org/wiki/D._Felipe_I

 

Cuando Carlos V, derrotado tanto física como moralmente, se retiró al Monasterio de Yuste en Extremadura, el Imperio quedó en manos de su hijo Felipe II.

La diferencia entre ambos no podía ser más evidente. Ante el carácter caballeresco, amante del deporte, buen guerrero y con fuerte magnetismo personal de Carlos V, Felipe II era el rey oculto que apenas salía de sus despachos, tan poco dado al esfuerzo físico como mal diplomático. Frente a los viajes continuos de su padre, Felipe II construyó un gobierno de papel (Elliott), con grandes montañas de informes, peticiones, leyes y ordenanzas que se acumulaban en sus despachos del Alcázar o del Escorial.

 

Documento autógrafo de Felipe II

Tomado de http://es.wikipedia.org/wiki/D._Felipe_I

 

Los retratistas de Corte le representaron siempre de riguroso negro, con una mirada fría y una actitud ausente que se buscaba de forma consciente. Era la creación del rey ausente (Checa Cremades), el poder invisible que se adaptaba perfectamente a su carácter introvertido, lleno de dudas y sospechas, con una terrible incapacidad para decidir (Bennassar)

Incluso su propia imagen se reconstruyó por completo, creándose una iconografía que duraría hasta Velázquez. Los escenarios se vaciarán casi por completo, dejando la mesa o el sillón o el papel en la mano como únicos símbolos del poder.

Siguiendo el protocolo retomado ya por su padre de la corte borgoñona, su postura corporal nunca aparecerá relajada. Destacarán sus famosos pies en compás (desde entonces símbolos de la realeza), así como un complejo y casi imperceptible retoque de su anatomía. Si observáis con detenimiento estos cuadros veréis que están construidos por dos visiones distintas. El cuerpo hasta la cintura será visto de frente mientras que las piernas se verán desde un punto de vista más bajo, creando unas piernas alargadísimas que le dieran una altura que jamás tuvo.

  

Felipe II

Tomado de http://www.galeon.com/escudoespana/felipeII.htm

 

Pero las cosas irán mucho más allá. Felipe II, el mismo que cultivaba una imagen de rey ausente, profundamente cristiano, jugaba en su vida más secreta a las herejías.

 Siempre se habla de sus escandalosas relaciones con la Princesa de Éboli (nunca comprobadas pero en las que se inspira la nueva película de La Conjura del Escorial).

Princesa de Éboli

 

 Se cuenta del encierro de su hijo el infante Carlos, acaso aquejado de una enfermedad mental, que terminó por morir en Alcalá de Henares tras un extraño accidente que le hizo caer por unas escaleras. Hay quien habla de los recelos que siempre mantuvo frente a su hermanastro, Don Juan de Austria, que muy probablemente se enrede con la traición de Antonio Pérez, quizás el amante de la Princesa de Éboli.

 

El Infante don Carlos por Sánchez Coello.

Tomado de http://commons.wikimedia.org/wiki/Image:Don_Carlos_Spanien.jpg

 

Entre su equipo de confianza se encontraban numerosas personas bastante alejadas del espíritu contrarreformista que se estaba imponiendo en el Imperio bajo los tormentos de la Inquisición.

Su bibliotecario del Escorial y mente pensante del imperio, Arias Montano, mantenía un pensamiento muy cercano a Erasmo, y su principal arquitecto, Juan de Herrera, creador del Escorial, ocupaba sus horas muertas en la Torre de la Botica a experimentos alquímicos en donde quizás pudo encontrar la famosa piedra del diablo (¿el uranio?) como plantea en su novela histórica La Piedra del diablo, Manuel Ayllón. 

Ocurría todo esto mientras España fue el gran Imperio en el mismo borde de su caída. Cervantes, supuesto héroe de Lepanto, pudo llegar a sentirlo en la melancolía de sus últimos años de vida, El rey sin expresión, acaso libertino en su otra vida, hizo erigir el Escorial como símbolo de la grandeza de su poder, identificándose con el nuevo Salomón ¿Acaso quería emular al constructor del Templo de Jerusalén

Muchos especialistas en el Escorial (como Checa Cremades) hablan de la importancia que tuvo en su construcción antiguas ideas sobre la geometría sagrada de la que ya hablábamos en relación a la cúpula de la Roca.  

El propio Juan de Herrera escribió un oscuro libro (Acerca de la forma cúbica) que buscaba un saber oculto ya utilizado por egipcios, judíos, musulmanes y templarios, buscando a Dios en las relaciones matemáticas.  ¿No será el Escorial, con tantos pisos enterrados como los que existen en altura, un Nuevo Templo , la verdadera imagen de lo divino hecha piedra, sólo accesible a los espíritus más iluminados?

 

 

Desde su propia ubicación en cuya búsqueda se pasaron varios años, a los cursos de agua que le atraviesan los cimientos (recogiendo ideas sobre geomántica o poderes que emanan la tierra, ya utilizados por los constructores de las catedrales góticas) el Escorial se encuentra lleno de misterios que poco tenían que ver con la religión oficial. El edificio es un canto a la pura geometría, y es uno de los lugares (junto al Vaticano) que más reliquias atesora del mundo. ¿Acaso un lugar de irradiación de poder espiritual? 

 

Todo son especulaciones, por supuesto. Pero su falta de comprobación no significa que no pudieran ser ciertas. A menudo olvidamos la influencia que tuvieron las tradiciones esotéricas en la historia y el arte, pero no olvidemos que el siglo XVI fue el tiempo de los grandes magos y alquimistas, de la muerte en la hoguera de Giordano Bruno, de la mística de San Juan de la Cruz o el Greco, o de la corte de Rodolfo II   en Praga. Es el momento, en fin, del último autor gótico, el Bosco, que Felipe II coleccionó con frenesí.

Simplemente fijaros en el Famoso Jardín de las Delicias. ¿No os parece sorprendente un cuadro así puesto en el dormitorio del rey que hizo de la Inquisición el brazo religioso de su poder? ¿Cómo poder analizar toda la lujuria de la tabla central en el aposento de quien fue uno de los principales impulsores del Concilio de Trento que pretendía acabar con la corrupción de la iglesia y la eliminación de supersticiones en la religión?

 

 

Tabla central del Jardín de las Delicias. El Bosco.

 

Para saber más

martes, 7 de diciembre de 2021

sábado, 4 de diciembre de 2021

Ali Smith. Cuarteto estacional. Otoño


 

Es un libro que son muchos, todos emocionantes, pequeños pero intensos.

Es la historia de una maravillosa amistad entre un niña/joven/adulta y un maduro/viejo/muy viejo que hablan del mundo y buscan pistas en él para no perderse.
Pero también es un dura reflexión sobre lo que significó el Brexit como guerra larvada y depósitos de odio que se lanzaron como pirotecnia y ahora solo quedan sus cenizas (Resulta conmovedora su escena de la alambrada que no se puede traspasar, ni siquiera recorrer, aunque tras ella siga existiendo el mismo paisaje que fuera)
También nos cuenta la historia de Paulina Boty, pintora británica olvidada del pop art, y en relación ello, toda una crónica feminista de las cosas cotidianas.
Un libro deslumbrante, demasiado corto para tantos hallazgos, desde su estilo sincopado que se mueve libremente en el tiempo obligando al espectador a desplazarse con la escritora, a las terribles (y sarcásticas) escenas sobre las absurdas burocracias o la alucinada representación de un estado de coma y sus imágenes paradisiacas que desfilan en medio de la inmovilidad absoluta.
Increíble.







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martes, 30 de noviembre de 2021

De la misma manera

 Como si hubieran conocido a Luis.

Comencé a andar, con una estúpida vocación adolescente, cuando caminar hacia casa solo en la noche es un grito de auxilio con el ruego de que alguien venga a salvarte de la pavorosa soledad.

David Trueba. Queridos niños


Solsona


sábado, 27 de noviembre de 2021

EL LIBRO DEL SÁBADO. David Trueba. Mis queridos niños.


 Un libro para comprender el ridículo juego en el que se ha convertido la política actual, lleno de imposturas, ataques suicidas, mentiras, tacticismo, durezas inesperadas, cinismo, zancadillas, corrupciones personales y colectivas, navajazos por la espalda y sonrisas por la cara...

En una (demasiado probable) campaña electoral posterior a la pandemia, un miembro del equipo de uno de los partidos conservadores, nos cuenta día a día la creación de una política desde la nada y su entrada al ring de esta batalla de todos contra todos.
El carácter sombrío, irreverente, profundamente caústico y cínico del protagonista es perfecto para contar todas las miserias de la política y (lo que es peor) de los votantes (esos queridos niños del título) que les gusta creerse todo ese teatro que se construye para ellos (para que los votantes se dejen engañar).
Todo esto convierte a esta novela en una lectura entretenida que, si se quiere, se puede convertir en un perfecto manual de instrucciones que nos avise de los engaños políticos y, también, de todas nuestras propias miserias que les permiten a los políticos seguir siendo como son (o quizás, incluso, peor).

Solsona


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martes, 23 de noviembre de 2021

LOS ETRUSCOS. EL LUJO Y LA MUERTE

 SDELBIOMBO - - ARTE ROMANO

 

Tomado de wikipedia

La etrusca es una de esas culturas que siempre ha generado interés, debido sobre todo a su origen enigmático y sus peculiares costumbres. Tanto es así, que los primeros historiadores de la Antigüedad, como Heródoto, llegaron a afirmar que se trataba de un pueblo venido del Asia Menor, basándose en la estética marcadamente oriental de muchas de sus obras. Parece, sin embargo, que los etruscos no emigraron, sino que proceden de la Toscana, lugar en el que siempre estuvieron asentados; aunque sigan llamando la atención ciertos aspectos como su lengua (que no procede del indoeuropeo), su extremado culto a los difuntos o su pasión por el lujo.

Tomado de wikipedia

 Los etruscos se verán muy influenciados por las culturas fenicia  y griega, a partir del primer comercio que surgirá entre ellos en el siglo VIII a. C. (determinante para la formación de la sociedad etrusca y su enriquecimiento, antes muy pobre y compuesta por pequeñas tribus que conformaban la cultura villanoviana), pero aún así mantendrán ciertas peculiaridades propias, como sus ritos funerarios de culto a los antepasados o su carácter pragmático, de los cuales se verá muy influenciada la cultura romana.

El comercio con los fenicios les llevará a un gusto extremo por el lujo y refinamiento oriental, recargando excesivamente sus ajuares funerarios con objetos procedentes de estos lugares o imitándolos. Se desarrollará sobre todo en la Época Orientalizante o Período de las tumbas principescas (siglo VII a. C.), que en seguida entrará en crisis.

 


 

Fíbula de la tumba Bernardini (Palestrina)

Tomado de https://tulahistoriayyoelarte.blogspot.com/2016/07/las-tumbas-etruscas-de-tarquinia.html

 

 

 Corona

 

Los etruscos asimilarán también gran parte de la cultura griega, imitando o adaptando gran parte de su estética.  Sin embargo, se tomarán ciertas libertades, debido a antiguas costumbres permanentes sobre todo en las zonas de interior, menos influidas por las ideas griegas. Por ejemplo, a pesar de que sus obras escultóricas traten de copiar la estética griega, el pragmatismo etrusco jamás aceptará su obsesión por las proporciones y su búsqueda de armonía: lo que se pretende es representar al difunto al que se rinde culto, no estudiar su anatomía.

Esta idea podría ser el origen del retrato, que más tarde heredará Roma. Sus inicios probablemente se encuentren en las urnas bitroncocónicas de la cultura villanoviana: vasijas funerarias cubiertas por un casco, que representaría al guerrero muerto.

 

 Estas urnas tendrán una particular evolución en la zona de Chiusi durante el siglo VI: la vasija se sustituirá por un ánfora redondeada y el casco por una cabeza de barro, formándose las llamadas urnas canopos, por su parecido con los vasos canopos egipcios. Aunque si bien estas cabezas de barro siempre representarán a hombres jóvenes y poco individualizados, un mero convencionalismo, destaca la importancia que adquiere el rostro como representación del difunto, alejándose del culto al cuerpo típico de Grecia.

 


 Urna canopo de Chiusi

Tomado de WIKIPEDIA

 

La evolución de estos primeros intentos de retrato se observará en las urnas y sarcófagos con representaciones del difunto recostado en el banquete funerario, destacando ante todo en Caere, ciudad mucho más influida por el comercio, al encontrarse más cercana a la costa.

Hacia el 540 a. C. comenzarán a llegar multitud de artistas jónicos, cuyo estilo será imitado por los escultores locales, eso sí, introduciendo algunas variaciones.

De esa época destacan los dos Sarcófagos de los Esposos, que representan a una pareja asistiendo a un banquete funerario, al modo del simposio griego. La figuración de una mujer asistiendo a un banquete junto a su esposo sería escandalosa para la mentalidad griega, lo que indica que la mujer etrusca tenía un papel de cierta importancia en su sociedad, mucho más igualitaria. 

 Tomado deenciclopedia.us.es

 

Técnicamente, las figuras toman como base el estilo jónico dominante en la escultura griega arcaica de la época, pero se desmarcan de él al centrar su importancia en el rostro, en el que se intenta retratar al difunto, y despreciando el resto del cuerpo, mucho menos cuidado, sin ningún estudio de las proporciones ni intento de crear armonía. Con esto se vuelve a la idea de que la esencia del hombre reside en su rostro, mientras que el cuerpo sería un mero complemento. 

 Sarcófago de los esposos

Tomado de wikipedia

 

 

La cultura romana pondrá en práctica posteriormente muchas de las ideas etruscas, como su pragmatismo (realizarán sus obras siempre con un sentido práctico, no sólo para crear algo bello) y su sincretismo o capacidad de adaptación de otras culturas.

 La importancia del retrato realista tendrá especial vigencia durante la República (con las imágenes maiorum, mascarillas en cera tomadas de los difuntos, heredadas directamente de la cultura etrusca) y ciertos momentos del Imperio, en los que el realismo etrusco se verá como un elemento nacional, frente al idealismo de los extranjeros griegos.

  

 

Tomado de arte.laguia2000.com

 

 

Nuria Zapardiel

sábado, 20 de noviembre de 2021

EL LIBRO DEL SÁBADO. Álvaro Enrigue. Ahora me rindo y se acaba todo.

 

Enrigue es un escritor muy particular que a mí me tiene fascinado desde que leyera su alucinante novela de la improbable partida de tenis entre Quevedo y Caravaggio en la plaza Navonna (Muerte súbita)

En sus libros juega con lo literario, lo histórico y lo personal, jugando así con las múltiples verdades que se esconden detrás de cada realidad, pues todo es cambiante, mestizo, impuro en su literatura tan bellamente posmoderna.
En este caso el tema son los últimos apaches en las tierras fronterizas de Sierra Madre y Sonora (Arizona, Nuevo México, Texas). Lugares españoles, luego mejicanos y, más tarde, yankis. Una historia que da la vuelta a los westers tradicionales para romper los arquetipos: una mejicana robada por los apaches que termina queriendo ser ellos, un cazarecompensas mejicano, indios que también lo son, yankis que son más sureños que estadounidenses, apaches que son en más ocasiones héroes que los malos perversos, el propio autor que viaja con sus hijos por los propios escenarios de la novela, Gerónimo y su triste final ...
Con una agilidad asombrosa para enlazar temas y personajes, la novela engancha y rompe muchos de nuestros tópicos, pues en el fondo es una desesperanzada historia de los perdedores de la historia frente a los grandes imperios.

Lucas Corralejo


OTROS LIBROS DEL AUTOR

Muerte de un instalador

Muerte súbita 



                                                    ÍNDICES DE NARRATIVA

jueves, 18 de noviembre de 2021

LAS COSAS DE LAURA. Las causas de la de ultraderecha

Los prejuicios funcionaban aquí como gasolina barata que ponía en marcha un ejército de peones en las redes sociales, por más que los medios de comunicación trataran de desmontarlos con datos y estadísticas. Es habitual que, cuando se trata de escoger entre la realidad y sus estrechos prejuicios, los individuos se queden con sus prejuicios, porque al menos estos conforman entre sí un relato coherente, mientras que la realidad es solo un cuento contado por un idiota, lleno de ruido y furia, que nada significa. Casi nadie se tomaba la molestia de verificar tales informaciones, pues había titulares para alimentar todas las formas de intransigencia, y los simpatizantes de LUX no eran los únicos, pero sí los más reacios a revisar la credibilidad de las noticias, hombres que habían renunciado al combate fundamental: el combate contra sus propias ideas preconcebidas, hombres para los que la realidad solo era un comentario, una nota a pie de página de sus propias

(...)

Contábamos con medios de comunicación e información con los que hubieran soñado los filósofos ilustrados, herramientas prodigiosas con las que fomentar el conocimiento, y no obstante las empleábamos como una gigantesca máquina de producir bilis, con titulares tendenciosos sobre la inmigración, las feministas, los progresistas, que conducían al lector a un mismo corolario: nadie te tiene en cuenta, eres la última pieza del engranaje, la izquierda solo se preocupa de los rumanos, de los mahometanos, de las mujeres histéricas, de los travestis y de los negros. Pero ¿quién se preocupa de ti? Y ese mensaje calaba con facilidad entre los desempleados, los desahuciados, los desengañados, los desposeídos, los desharrapados, entre todos aquellos que anhelaban proclamar que no eran unos privilegiados, que no tenían la culpa de lo que hacían otros varones heterosexuales, blancos y españoles, que no era el género masculino en su conjunto el que agredía o violaba a una mujer. ¡Mírame! Vivo con cuatrocientos euros al mes en un barrio degradado, sin apenas ayudas sociales y sin esperanza. ¿De veras te parezco un privilegiado, un representante del orden patriarcal, un supremacista? Y, aunque lo fuera, ¿por qué hablaban ustedes de los hombres como si pertenecieran a un estadio evolutivo anterior a las mujeres? ¿Por qué los varones teníamos que sentirnos culpables, por ejemplo, de todas y cada una de las agresiones sexuales, como si se hicieran en nombre de todos? Un crimen es un acto individual o colegiado, no es la sociedad la que impulsa tu conducta, la que te empuja a la alcoba de la agredida ni te susurra instrucciones al oído mientras fuerzas su intimidad. No, siempre se está solo frente a la víctima. Un hombre que viola o que mata a una mujer no es la expresión de una superestructura ideológica, sino alguien que está solo en la cabina de mandos del mal.

(...)

 Lo que aquellos hombres hacían era gestionar el miedo. El sistema era simple: los perturbados, los inmigrantes ilegales, los enemigos de la patria tenían que saberse en permanente peligro y en completa indefensión, y de este modo dormirían con miedo, se afeitarían con miedo y caminarían con miedo por las calles. La violencia, de este modo, ni siquiera sería necesaria, porque bastaría con la mera expectativa de la violencia.

(...)

Toda esa constante radiación sobre lo que los hombres hacemos, sobre nuestros privilegios, de la masculinidad tóxica, esa tenaz censura sobre nuestras palabras y ese fastidioso corsé de lo políticamente correcto. ¿Qué esperaban ustedes, que agacháramos la cabeza y escondiéramos el rabo entre las piernas? No, algún día nos rebelaríamos contra todo eso.


LUX. Cuenca Sandoval


LAS RARAS NOTICIAS DE LAURA