lunes, 31 de julio de 2023

Las cosas de Laura. Pensando con Virginia Wolf

 «Señor —pensó, al recobrarse, desperezándose bajo el toldo—, qué vida más holgazana y más linda. Pero —pensó dando un puntapié—, qué peste son estas faldas en los talones. Pero la tela (brocato floreado) es la más deliciosa del mundo. Nunca he visto mi piel (puso la mano en la rodilla) lucir como ahora. ¿Podría, sin embargo, saltar por la borda y nadar con semejante ropa? ¡No! Luego tendría que confiarme a un marinero. ¿La idea me molesta? ¿Sí o no?...», se preguntó, encontrando aquí el primer nudo en el hilo parejo de su argumento. Llevo llevo faldas, si no puedo nadar, si quiero que me salve un marinero, ¡por Dios! —gritó—, no tengo más remedio». Eso la ensombreció. 

(...)

Franca por naturaleza, y enemiga de todo disimulo, le fastidiaba decir mentiras. Mentir le parecía inhábil y trabajoso. Pero, reflexionó, el brocato floreado —el gusto de ser salvada por un marinero—, si para obtener esas cosas hay que recurrir a un procedimiento inhábil y trabajoso, a ese procedimiento recurriré. Recordó cómo de muchacho había exigido que las mujeres fueran sumisas, castas, perfumadas y exquisitamente ataviadas.

 «Ahora deberé padecer en carne propia esas exigencias —pensó—, porque las mujeres no son (a juzgar por mí misma) naturalmente sumisas, castas, perfumadas y exquisitamente ataviadas. Sólo una disciplina aburridísima les otorga esas gracias, sin las cuales no pueden conocer ninguno de los goces de la vida. Hay que peinarse —pensó—, y sólo eso me tomaría una hora cada mañana, hay que mirarse el corsé: hay que lavarse y empolvarse; hay que pasar de la seda al encaje, y del encaje al brocado; hay que ser casta todo el año... —

Aquí agitó el pie con impaciencia y mostró una o dos pulgadas de pantorrilla. En el mástil, un marinero que miraba por casualidad, casi perdió pie; y se salvó en un hilo—. Si el espectáculo de mis tobillos es una sentencia de muerte para un sujeto honrado que, sin duda, tiene mujer y familia que mantener, mi obligación es ocultarlos —resolvió Orlando. Sin embargo, sus piernas no eran el menor de sus atractivos. Y dio en pensar a qué punto habíamos llegado, cuando una mujer tiene que ocultar su belleza para que un marinero no se caiga del palo mayor—. ¡Que se los coma la viruela!», opinó, descubriendo al fin, lo que en otras circunstancias le hubieran enseñado desde niña: es decir, las responsabilidades sagradas de la mujer.

(...)

«Caerse de un mástil —pensó—, porque una mujer muestra los tobillos; disfrazarse de mamarracho y desfilar por la calle para que las mujeres lo admiren; negar instrucción a la mujer para que no se ría de uno; ser el esclavo de la falda más insignificante, y, sin embargo, pavonearse como si fueran los Reyes de la creación. ¡Cielos! —pensó—, ¡qué tontas nos hacen, qué tontas somos!.» Y aquí parecía por cierta ambigüedad

(...)

«Vale más —pensó—, estar vestida de ignorancia y pobreza, que son los hábitos oscuros de nuestro sexo; vale más dejar a otros el gobierno y la disciplina del mundo: vale más estar libre de ambición marcial, de la codicia del poder y de todos los otros deseos varoniles con tal de disfrutar en su plenitud los arrebatos más sublimes de que la mente humana es capaz, que son —dijo en voz alta, como era su costumbre cuando estaba muy conmovida—, la contemplación, la soledad, el amor.» «¡Gracias a Dios que soy una mujer», gritó y estuvo a punto de incurrir en la suprema tontería —nada es más afligente en una mujer o en un hombre— de envanecerse de su sexo, cuando se demoró en la extraña palabra, que a pesar de nuestra severidad, se ha deslizado en el final del último párrafo: Amor, «El amor», dijo

Orlando (Wolf_ Virginia)


LAS RARAS NOTICIAS DE LAURA



jueves, 27 de julio de 2023

Annie Ernaux. Mira las luces, amor mío (los jueves pensamos)


Lo venimos diciendo hace meses.
Cada vez nos gusta más Ernaux y su literatura despojada, esencial, que es capaz de hablar de las cosas más importantes y cotidianas con una verdad absoluta.
Este pequeño libro es perfecto para entenderla. Se trata de un peculiar diario de la autora en donde nos cuenta sus visitas a un Carrefour cercano.
Sus observaciones son tan precisas que con tan escasas fuentes es capaz de explicarnos la evolución del capitalismo, los flujos migratorios o el papel de la mujer y sus cambios.
Es algo asombroso pero cierto, y con solo las pequeñas citas que añadimos uno se puede dar cuenta del valor que tiene la palabra y la observación para entender los engranajes más complejos de nuestra sociedad (como yo estoy intentando hacer, tan modestamente, en nuestras arqueología de bolsillo)


                                ÍNDICES DE NARRATIVA

lunes, 24 de julio de 2023

Arqueología de bolsillo. Nueve semanas y media. Nuestra revolución sexual y otra cosa más

El 28 de abril de 1986 se estrenó en España Nueve Semanas y media y como entonces duraban meses las películas de estreno, todo el mundo la terminó viendo en aquella primavera verano.

Fue una verdadera sensación, entre otras cosas porque era la primera película (más allá del porno que era otra categoría, muy pronto casi exclusiva del videoclub) que trataba el tema del sexo de una forma tan amplia y desinhibida.

Masturbaciones, sexo público, fetichismo, streptease, lesbianismo, travestismo o el uso de la miel o un hielo... Los espectadores (acostumbrados a las tetas y algún que otro desnudo frontal , solo por exigencia del guion, de las películas de Ozores, Pajares y Esteso) quedaron ojipláticos ante el despliegue de posibilidades que les ofrecía la película.

Igual que después pasaría por el cruce de piernas de Instinto básico o el nuevo catálogo sexual de las Sombres de Grey, Nueve Semanas y Media se convirtieron rápidamente en un mito erótico y una de nuestras lecciones más preciadas en la terrible educación sexual de los años 80.

Pues hablamos de los ochenta, en donde se desarrollaba la Movida pero, a la vez, se seguían poniendo rombos en las películas y la moral católica (acrisolada en el país durante cuarenta años de dictadura) era la dominante.

Como es bien sabido, en ella tenía un papel esencial (a veces parecía el único) todo lo relacionado con el sexo. Crecía desde allí una identificación entre ese sexo y el pecado que, aunque poco a poco iba borrándose la palabra, se mantenía gran parte de su control ideológico.

Ante toda esta situación, la película estalló como una bomba en muchas conciencias y nos empezó a permitirnos el enfrentarnos con algunos de nuestros más inquietantes perjuicios.

A partir de ella muchas cosas habían salido del mundo oscuro del porno para empezarse a considerar si no normales, al menos no pecaminosos, incluso glamurosos.

La película hablaba de un Nueva York y canalla enfrentado a otro (el de los protagonistas) ya posmoderno y elegante (ella trabajaba en una galería de arte rompedor, el loft de él era de una sofisticación puramente minimal, las amplísimas ropas de ellas eran toda una declaración de exceso que nunca rozaba la extravagancia, pura elegancia, como la de los trajes repetidos de él, o los restaurantes, los regalos...)

La relación era sumamente destructiva entre ambos pero perfectamente coreografiada y elitista, encaramada al Olimpo de los deseos y fascinación de toda una sociedad que veía esa forma de ser y estar como el sumun del buen gusto y el glamour.

Por todo esto la película muy pronto se convirtió en algo más que una simple película, y se olvidó durante mucho tiempo la carga de profundidad contra el machismo y las relaciones tóxicas que poco a poco ha ido recuperando la crítica (y que aún eran más evidentes en la novela en la que se inspiró). 

Era la explicación detallada de cómo podemos convertirnos en monstruos o víctimas de nosotros mismos, una por amor (más por necesidad de cariño pero también de aventura), otro por hastío de todo y un miedo horrible a ser descubierto en sus inseguridades.

Luis lo explicaba muy bien, acaso porque su propia vida tuvo oscuridades de ambos lados y mucho miedo a caer en cualquiera de sus dos extremos.


Lucas Corralejo


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sábado, 22 de julio de 2023

EL LIBRO DEL SÁBADO. Asfixia. Palahniuk

 Si vas a leer esto, no te preocupes. Al cabo de un par de páginas ya no querrás estar aquí. Así que olvídalo. Aléjate. Lárgate mientras sigas entero. Sálvate. Seguro que hay algo mejor en la televisión. O, ya que tienes tanto tiempo libre, a lo mejor puedes hacer un cursillo nocturno. Hazte médico. Puedes hacer algo útil con tu vida. Llévate a ti mismo a cenar. Tíñete el pelo. No te vas a volver más joven. Al principio lo que se cuenta aquí te va a cabrear. Luego se volverá cada vez peor.



Como siempre dijo R. , este autor cuyo nombre es más difícil de escribir que de pronunciar es todo un descenso a nuestros infiernos, aquellos pequeños pero terribles que nos amenazan la vida y, por regla general, solemos esconder debajo de la alfombra para no sufrir , y les ponemos las categorías de cutre, políticamente incorrectos, tabú ... como si fueran precintos al vacío.

Frente a ello, P busca meter el dedo en la herida y sacar como ristras de chorizos todas las gangrenas que nos habitan como sociedad esplendorosa y del bienestar perpetuo.

La novela empieza como un puñetazo en plena reunión de adictos al sexo, y desde ahí se desgranan miles de adicciones posibles.

Es la otra América sin oropel en donde aparecerán las perversiones, el asco, la enfermedad, lo cutre, la vejez incapacitante, la falta de esperanzas, lo escatológico, la demencia senil, la muerte y el héroe, la pornografía, la religión que se acerca a la superstición ...

Es lo que llama escritura peligrosa, aquella que, por choque, nos puede ayudar a sanar de nuestras basuras más ocultas, aunque también hay mucho de prefascismo en su manera de entender ciertas relaciones humanas (P. nunca es neutro, siempre es arreglado, incluso opinar sobre él)
Lo que no hay duda es que P es un contador de historia magnífico. Historias extrañas pero con un nervio de verdad que lo atraviesa, como el parque temático del siglo XVIII en el que trabajan los protagonistas en el que se unen las miserias históricas con las actuales.
También resulta demoledor (por lo que tiene de tabú) toda la parte dedicada al asilo.
Pero si he de quedarme con alguna yo elegiré siempre la de la madre como curiosa boicoteadora antisistema o las historias del recolector de piedra.


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miércoles, 19 de julio de 2023

'Heartstopper', de Alice Oseman.


Yo la conocí gracias a un grupo de maravillosas alumnas del conservatorio que andaban enganchadas a sus peripecias emocionales.
Pues la novela gráfica es una preciosa historia de un primer amor con todas sus dudas, miedos y felicidades. Una historia mil veces contada que todos hemos vivido pero que permite una cosa más: dar visibilidad a una relación homosexual, con todos sus obstáculos añadidos.
El que dirán, lo que significa ser hombre y a la vez homosexual, el salir del armario ...
Un mundo entero de nuevos retos que añadir a la de ya de por sí compleja adolescencia.
Todo el libro está hecho con una delicadeza extrema y es imposible que pueda escandalizar a nadie que no se encuentre escandalizado por dentro.
Al revés, yo misma he podido ver con mis propios ojos como está ayudando a muchos chavales adolescentes dándole modelos de comportamiento que no encuentra en el paisaje heterosexual dominante, nuevas formas de masculinidad ... como si fuera un amigo con el que poder hablar sin que te juzgue.
La obra en sus distintos capítulos habla de muchos tipos de parejas y de formas de relación * incluso problemas mentales como la bulimia la anorexia), levantando mucho tabúes con el simple hecho de empezar a hablar de ellos con una normalidad que cada vez es más frecuente en estos chicos (y que deberíamos tener en cuenta más pues es uno de sus grandes valores)


Laura


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sábado, 15 de julio de 2023

El libro del sábado. Cristina Peri Rossi. Evohé

—Desnúdame.
—Pronúnciame.

Este fue el primer libro de Cristina Peri Rossi que leí en mi vida, y lo leí en una cama, junto a la mujer que me lo había prestado. Ella desnuda bajo la catarata de su pelo; yo también, enredado en ella.

LAS MUJERES vienen de lejos,
a consolar a los poetas
de la decepción de las palabras.
LAS PALABRAS vienen desde lejos,
a consolarnos de la decepción de las mujeres.

 Evidentemente, con estos referentes era imposible que no se convirtiera en todo un mito que, en el terreno erótico, llegó a superar a los más encendidos versos de Neruda que también nos unieron y excitaron en aquel verano que todo pareció perfecto.

Ella la amaba por ser mujer y lesbiana, por ser exiliada como ella; yo por hablar de otras mujeres y de los mapas de su deseo sexual. Ambos por contarnos cómo nos sentíamos, como sexo y palabras, placer y poesías en medio de la canícula inclemente.

SE VISTE y es como tapar una ciudad.

Esta colección de poemas sáficos son también de amor a la poesía, pues para Rossi la mujer es como la palabra y ambas sirven para explicarse a sí misma y contarse a los demás, entender el mundo que como yo lo entendí en aquel corto mes : pieles y palabras, calor y versos encendidos.

ORACIÓN

Silencio.
Cuando ella abre sus piernas
que todo el mundo se calle.
Que nadie murmure
ni me venga
con cuentos ni poesías
ni historias de catástrofes
ni cataclismos
que no hay enjambre mejor
que sus cabellos
ni abertura mayor que la de sus piernas
ni bóveda que yo avizore con más respeto
ni selva tan fragante como su pubis
ni torres y catedrales más seguras.
Silencio.
Orad: ella ha abierto sus piernas.
Todo el mundo arrodillado.

(De sus cuadernos no azules)

Luis o Luis


Muchos más húmedos versos


ÍNDICES DE LECTURAS

jueves, 13 de julio de 2023

Byung-Chul Han. PSICOPOLITICA: NEOLIBERALISMO Y NUEVAS TECNICAS DE PODER (los jueves pensamos)

Quizás uno de los libros más amplios por la cantidad de temas que trata, muchos de ellos que volverán a ser examinados con más profundidad en otros de sus libros.

La idea central del libro es el estudio de las nuevas técnicas de poder que el neoliberalismo actual ha adoptado frente al liberalismo clásico y sus métodos panópticos/coercitivos.

Frente a ellos el nuevo sistema ha conseguido que el propio empleado se vuelva jefe de sí mismo, rompiendo la lucha de clases por un conflicto interior (él lo relaciona con la fragilización progresiva de la salud mental). Es el imperativo categórico kantiano llevado a su último estadio en donde las normas y la necesidad de destacar y servir al sistema se ha interiorizado de tal manera que ya se ha convertido en autónoma (este tema lo tratará con mayor profundidad en su Sociedad del Cansancio)

Junto a ello el neoliberalismo ha comenzado a utilizar en beneficio suyo los progresivos avances informáticos. En vez de aplicar sobre ellos controles punitivos lo que se ha realizado es una apertura total de los mismos, invitando a participar en ellos. Total transparencia para que seamos nosotros los que aportemos al sistema los datos para el funcionamiento del Big Data (nuevo Gran Hermano, nueva estadística de las ilustración, que permite, según el autor, introducirse no sólo en los comportamientos de las personas sino en sus propios deseos, hasta los más desconocidos. Con todo ello, el neoliberalismo se retroalimenta y crea nuevas formas de negocio).

Por detrás de toda esta libertad (del trabajo, del uso de las redes sociales e internet) se encuentra una nueva y sofisticada manera de control, mucho más completa que la del famoso panóptico

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sábado, 8 de julio de 2023

EL LIBRO DEL SÁBADO. Alana Portero. La mala costumbre

¿Me ha gustado?

A ratos, a fragmentos.

Me han maravillado las descripciones de San Blas, pues todos nosotros vivíamos en el territorio fronterizo de la Cruz de los Caídos (sí, de los Caídos, aunque eso habrá que contarlo otro día). Vivíamos entre los pijos de Ciudad Lineal y el mundo oscuro del San Blas de los 70 y ochenta, viendo pasar las caravanas de yonkis por delante de nuestro parque, antes de que hicieran la línea 7.

Me he vuelto a sentir en casa (la de mi adolescencia) con los enfermos mentales encerrados en las casa, los pisos sin servicios públicos, el maltrato doméstico sin consecuencias, el compromiso obrero, la visión dura de los maricones y los travestis, la prostitución casera... (Enfrente de la casa de Luis vivía un homosexual que a casi todo el mundo caía bien pues era un señor, sin rastro de pluma y amantísimo de su madre. No era una loca, muy discreto con su pareja. Y muy educado).

Son pequeñas escenas que muestran un tiempo y una manera de pensar que ya es historia (una parte de nuestra historia desde la que hemos tenido que evolucionar, tanto emocional como tecnológicamente)

También me ha interesado la visión infantil de la disforia, el no encajar, el tamaño del armario y sus duras puertas, casi de plomo, pero de pronto me he encontrado con una novela de tesis, con personajes como arquetipos que explican los conceptos (como la bruja, la travesti, el maltratador, la prostituta, el primer chico...)
Me ha gustado saber de la doble adolescencia de la protagonista, que tienen que luchar para salir de la infancia con miedos multiplicados (por el que dirán, por ser la diferente...), buscando modelos como Madonna, pósteres como héroes particulares y películas propias que siempre son menores que para los cis. Una época de búsquedas para encontrarse, igual que la de un tímido.
Frente a esta adolescencia como construcción de uno siguiendo sus instintos y necesidades, cada vez me ha gustado menos su juventud, su historias entre Chueca y Malasaña. Marginalidades cada vez más extremas hasta la última y definitiva en donde la protagonista continua construyéndose pero el lector (buueno, yo), cada vez se aleja más pues me resulta difícil empatizar (acaso por ese rojipardismo del que siempre me habla Ciprián, quien sabe).
Lo que sí me ha servido mucho es el pensar en qué es realmente una mujer a través de esta viajera entre géneros que busca lo que a mi me vino de serie, y en ese búsqueda hay encuentros fascinantes.



jueves, 6 de julio de 2023

Carlos Granés. Salvajes de una nueva época (Los jueves pensamos)


Aunque ya tenga cuatro años el libro se encuentra de plena actualidad.

En el se plantea las relaciones entre arte y política y la política como forma extrema de arte posmoderno.

El primero de los temas (acaso el más flojo) nos plantea la obra de arte actual como un puro remedo de Duchamp que luego pasó por lo conceptual para ser mal digerida por la posmodernidad. Ninguna novedad más que su tendencia a lo woke (las buenas causas, la crítica del capitalismo y cualquier forma de opresión, el asunto de las identidades o su carácter pseudocombativo de salón).

El segundo es, a mi juicio, fantástico.

Tras analizar los años sesenta como el origen de nuestro mundo actual, el autor plantea una sociedad profundamente hedonista, cada vez menos racional y más sentimental, identitaria y mediatizada por el vértigo y superficialidad de las redes sociales. Sobre estas características es lógico que aparezca una política cada vez más populista, ya sea en las formas de extrema derecha o izquierda (de vox a Podemos en el caso español) ya en las nacionalistas (como la catalana).

En el el primero de los casos hay que buscar sus orígenes en Latinoamérica (para el populismo de izquierdas, fuertemente influenciado por las vanguardias históricas más politizadas como Dada, el constructivismo, el situacionismo) y Estados Unidos (para el de derechas, más cercano al futurismo y su vínculo con los fascismo); en el segundo hay una mayor influencia del pensamiento posmoderno y la estetización de la política como un happening gigantesco, sumamente planificado y vendido por los medios de comunicación, tal y como llevaban años haciendo muchas ONG) .

Sea como fuere, todo populismo tiende a crear una imagen de si mismo (acaso más potente que su propia ideología) que atrape a través de las emociones, pues todo se ha convertido en imagen en esta civilización de simulacros, y los votantes en clientes que hay que satisfacer aunque eso cree conflictos y paradojas internas. 

Se ha regresado a Gramsci y al control del discurso como forma de imposición, recurriendo a cualquier medio para conseguirlo (pues hay mucho de espectáculo y performatividad en los actos políticos, un gran teatro que hunde sus raíces en estrategias de la vanguardia artística, convirtiéndose así en una nueva forma (la más extensa) de experiencia de arte de nuestra sociedad.

Es excelente el análisis que hace de Podemos, que busca inspiración (en cuanto a los medios) en los populismos latinoamericanos (Monedero en la Venezuela de Chaves, Errejón en la Bolivia de Evo Morales, Iglesias en el subcomandate Marcos) que utilizarán cuando toda la dinámica del 15-M cree el caldo de cultivo idóneo para el nuevo movimiento. También lo es el que realiza sobre el movimiento independentista catalán que utiliza el victimismo y la participación callejera en toda una magnífica serie sentimental  llena de numerosos momentos dramáticos (las cadenas humanas, las Diadas, los lazos amarillos, los 56 segundo de vida de la República Independiente de Cataluña, el exilio dorado ...) y su contrapartida irónica, Tabarnia.






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sábado, 1 de julio de 2023

EL LIBRO DEL SÁBADO. Calvo Poyato. El año de la República

Continuación de  Sangre en la calle del Turco (en donde se explica los primeros compases del Sexenio Democrático), de nuevo con el mismo protagonista-narrador (Fernando Besora), sumamente bien construido (y muy galdosiano, dibujando perfectamente la imagen del burgués progresista de finales del XIX).

Esta vez es la I República el territorio de la novela, pues su efímera vida es el otro protagonista del relato, especialmente vista desde el punto de vista más institucional.

Besora, acompañado por ilustradores, novelistas (Galdós, Valera...) y políticos (Cánovas) es testigo de primera mano desde la tribuna de prensa de todos los debates, combates y argucias legales que se producen el las Cortes. Historias que luego se despiezan y analizan en las tertulias de café y se editorializan en su periódico, Iberia, o el de competencia, el carlista La Esperanza.

Conocemos así a Figueras y el republicanismo tranquilo que termina dando la espantada, el intento (acaso demasiado desmesurado para un pueblo tan poco educado, como volverá a ocurrir en la II República) de Pi i Margall, la vuelta a la moderación de Castelar que termina por un puro problema de conciencia o la rampa hacia la represión y la pérdida de valores democráticos de Castelar que terminará en el pronunciamiento de Pavía (que nunca entró a caballo en las Cortes) y el retorno primero de Serrano y posteriormente de Alfonso XII.

También de primera mano (por una serie de viajes que realiza Besora a Cartagena) vemos evolucionar Cartagena, el laboratorio al aire libre del cantonalismo que entremezcla sistemas políticos y ansias sociales y económicas, comenzando por un grito libertad para convertirse luego en su propia caricatura para, finalmente, ser arrasado por el ejército.

Castelar entre el cantonalismo y el carlismo

Tomado de wikipedia

Lo que resulta menos relevante en la obra (que no en la historia) son los conflictos carlistas (que sólo son un leve ruido de fondo en el relato) y, todavía menos, la guerra cubana que ya había estallado a principios del Sexenio (para conocerlos mucho mejor es más interesante esta).

Lo que a mi me ha sobrado (pues no me ha aportado nada a su lectura ni a la recreación histórica) es la trama policiaca sobre los libros robados en la Biblioteca Nacional y su complicada y un tanto azarosa investigación que a duras penas consigue conectar con el resto de la trama.

Si no fuera por ella sería la mejor novela que he leido del autor (que las tiene verdaderamente magníficas)

Lucas Corralejo


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