Nos gusta por sus frases demoledoras, escribiendo con un hacha que hace cortes perfectos y mortales en los troncos
Nos gusta por la poesía que hay debajo de su la violencia verbal.
Nos gusta la sinceridad hiriente de esta historia de amor de dos mujeres puestas en esquinas contrarias.
En un lado de encuentra Sama, la femme bella y delicada, sexual y diosa, que salva a Boulder de su existencia y le hace probar el amor.
Frente a ella se encuentra Boulder
Una bucht rocosa que nos habla en primera persona y que se ve arrastrada lentamente a su destrucción, por las rutinas, por la necesidad de Sama por ser madre.
Este será el quicio en donde la historia cambie, primero en el embarazo, en el parto, en la lactancia... hasta convertirse en una verdadera extraña.
Esta historia dolió pues es demasiado parecida a alguna bien conocida, da lo mismo la orientación sexual, pues los dolores son muy semejantes, y la desesperanza y las traiciones inevitables.
Pues ni siquiera los boulder, esas piedras aisladas en la nada, son invulnerables a la erosión lenta del tiempo
Sara