La novela parecía tenerlo todo para poder gustarme: un amor sin límites por la literatura, unas bellas historias de amistad y amor, Barcelona como un personaje más, cierta posmodernidad a la hora de narrar...
Y sin embargo, lo siento mucho, pero no ha conseguido engancharme en ningún momento.
No sé, tal vez porque muy pronto se le empezaron a ver las costuras a toda la construcción, y de historia pronto pasó a ser pura técnica, como esas obras de arte en donde es todo tan evidente (y en gran parte forzado) que a uno le terminan dado pena de lo que pudo ser y no fue.
A veces es el lenguaje, que se fuerza sin objeto, a veces todos los oportunos giros, demasiado evidentes, peor aún, previsibles.
Y esto no quiere decir que no haya buenas partes, y que esa manera de imbricar narración e historia, sobre todo en lo más reciente, no sea interesante, pero
Pero no me engancho, ya lo he dicho; y muy probablemente sea yo el culpable, no sé, tal vez porque espero unas cosas que ya no interesa dar.
Tal vez sea eso.
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