sábado, 29 de noviembre de 2025
EL LIBRO DEL SÁBADO. Alberto Torres Blandina. Jávea
jueves, 27 de noviembre de 2025
Sobre Dios: Pensar con Simone Weil. Byung-Chul Han.
Llevo una temporada en la que se enlazan ciertas cosas como si se tratara de magia.
Rosalía lanzó Lux, lleno de ansias de divinidad. En el disco físico aparecía una frase de Simone Weil (El amor no es consuelo, es luz) y tras consultar a google supe que era una mística contemporánea, una combativa francesa.
En esto estábamos cuando me apareció una reseña de Han, uno de mis filósofos de cabecera, sobre su nuevo libro
En él se habla de la divinidad contemporánea, de la tensión actual entre espiritualidad y un capitalismo que lo ha invadido todo, incluso a nosotros mismos y a nuestros deseos.
Releyendo a Weil, nos habla de la oración como una atención extrema, fuera de la liquidez e inmediatez del mundo, algo muy semejante a las prácticas orientales de meditación.
Aparece también el desapego del mundo y nuestros deseos (un vaciamiento del yo), dejar de poseer y dejar a las cosas pasar con su propio ritmo.
La oración, el vaciamiento extremo, la ruptura de nuestra narratividad que nos empeñamos en generar y cumplir o la pura belleza del arte y la poesía como forma de divinidad. Todos ellos son el manual de instrucciones de una mística actual. Un camino de perfección que nos libre de las ataduras capitalistas, de nuestras ansias narcisistas, de nuestra autoexplotación, del yo hipertrofiado.
Los múltiples textos de Weil son de una radicalidad absoluta, y gran parte de ellos los podría firmar un sufí islámico, un místico católico del XVI o un monje zen.
Acaso, y de nuevo se enredan las cosas, de la magnífica exposición de Matisse o de otra aún más radical de Marina Nuñez, contemporánea, holística, de múltiples búsquedas e iluminaciones para el que quiera entrar en el juego (tan visual como espiritual).
Y es que llevo unos meses en un mundo como carrusel que me ha hecho releer a San Juan de la Cruz y los místicos andalusíes ¡Vivan Ibn Hamz e Ibn Arabí!)
martes, 25 de noviembre de 2025
Beatrice. Los libros me cuentan. Amor y miedo
Quien se entrega a otro como un soldado que se rinde, debe hacer previamente entrega de cualquier tipo de arma. Y si se queda sin defensa alguna ante un ataque, no podrá evitar preguntarse: ¿Cuándo llegará el ataque? Por eso puedo decir. Para Franz el amor significaba la permanente espera de un ataque.
La insoportable levedad del ser (Milan Kundera)
sábado, 22 de noviembre de 2025
El libro del sábado. NO ESTOY AQUÍ. ANNA BALLBONA
Un fantástico libro, y mucho más por su voz que por su propia historia.
Un falso diario (con un final apoteósico) en el que la autora consigue crear una voz de una verdad increíble que te habla por dentro como si el lector conversara con ella, en el silencio amable de una habitación.
A mí me ha maravillado, haciéndome creer esta historia (tan repetida) del cambio de la España rural a la urbana que se produjo entre los 70 y los 80. Un cambio de vida pero también de pensamiento (aunque el final, tan fantástico, nos habla de otro todavía mayor) que nos ha arrancado de las raíces (con todo lo positivo y negativo que tiene) para darnos nuevas perspectivas, aunque los problemas reales son muy semejantes por no decir lo mismo.
Eso fuimos, eso somos e, increíblemente, ¿eso seremos? El que quiera descubrirlo deberá zambullirse en esta piscina de agua templada en donde uno flota sin necesidad de esforzarse y lee con la suavidad del terciopelo
sábado, 15 de noviembre de 2025
EL LIBRO DEL SÁBADO. Las Historias Naturales. Juan Perucho
martes, 11 de noviembre de 2025
EL GOLEM
(...)
Siglo XVI. Cuentan que un rabino creó, según métodos de la Cábala ahora perdidos, un hombre artificial, el llamado Golem, para que lo ayudara, como su criado, a tocar las campanas en la sinagoga y a hacer todos los trabajos duros.
Pero también cuentan que no le salió un hombre auténtico, ya que su única forma de vida consistía en vegetar de un modo rudo y semiinconsciente; además, según dicen, sólo durante el día, gracias a la influencia de una hoja mágica que le ponía entre los dientes y que atraía las libres fuerzas siderales del universo.
Cuando una noche el rabino se olvidó de quitarle, antes de la oración, la hoja de la boca, dicen que cayó en un estado de delirio tal que, corriendo en la oscuridad de las callejas, destruyó todo lo que encontraba en su camino. Hasta que el rabino se enfrentó a él y destruyó la hoja. La criatura debió caer sin vida. No quedó nada más de él que la figura enana de barro que hoy todavía se puede ver en la antigua sinagoga de Altneus.
–Se dice que en cierta ocasión llamaron al rabino al palacio del emperador, que conjuró e hizo visibles a los muertos -interrumpió Prokop-. Algunos investigadores modernos afirman que para ello utilizó una linterna mágica.
El Golem (Gustav Meyrink)
sábado, 8 de noviembre de 2025
EL LIBRO DEL SÁBADO. La señora Dalloway. Virginia Woolf.
Descubrí tarde a Virginia Woolf, y me arrepiento.
En realidad la descubrí dos veces. Primero fue con Orlando, que me fascinó por otros motivos que los literarios.
Luego seguí con Al faro, y acaso todavía me faltaba espíritu o conocimiento para degustarla, y la abandoné.
Luego pasaron varios años, y la señora Dalloway me sacó de mi ignorancia.
Cómo era posible que no me hubiera emocionado con esta escritora que era capaz de coger un solo día de una mujer de clase alta londinense y ver todos los mecanismos mentales y emocionales que crean su percepción y pensamiento sobre el mundo.
De ella y de todos lo que le rodean, abriéndonos sus almas como si fuera una casa sin fachada en la que pudiéramos ver todos los engranajes de nuestros comportamientos (el famoso flujo de pensamiento).
Esa receta, individual e imposible de replicar, de filias, fobias, recuerdos, sentimiento de clase y también de género, deseos, apariencias, egoísmos, culpas...
La novela es todo un magisterio de eso y de cómo mezclar personajes en una escena o moverse entre pasado y presente. Algo tan cinematográfico (en los momentos que casi despegaba el cine) como el plano secuencia con el que comienza: más de 30 páginas en las que la cámara nos lleva de un personaje a otro.
Asombrosamente moderna al hablar de temas como los derechos de la mujer, las sexualidades (incluido el lesbianismo), el suicidio o la salud mental de Septimus, trasunto de la propia escritora.
Verdaderamente maravillosa y triste. Una flor que se apagará demasiado pronto (si queréis conocerlo no dejéis de escuchar este magnífico podcast)
OTROS LIBROS DE LA AUTORA EN NUESTROS BLOGS
viernes, 7 de noviembre de 2025
miércoles, 5 de noviembre de 2025
JASON. EN POCAS PALABRAS
De nuevo Jason y sus perros, gatos, pájaros de semblante impasible, terriblemente silenciosos (casi como una película muda en la que, por lo demás, está prohibido gesticular) que crean unas sensaciones muy particulares en el lector (al menos yo nunca sé si me gusta o no pero soy incapaz de dejarlos hasta la última página, llevada en volandas como una música dodecafónica que desprecia al espectador y nunca tendrá ningún consuelo para él, pero lo hipnotiza)
Con este juego tan peculiar, Jason nos presenta tres historia cortas que tienen muy pocas palabras pero en las que hay constantes guiños al mundo del cine clásico (desde los zombis, al amor o el terror). Historias descarnadas, dejadas en su síntesis última, en donde (como al fondo de un largo túnel) nos vemos a nosotros mismos, a nuestros miedos y nuestros deseos.
martes, 4 de noviembre de 2025
Beatrice. Los libros me cuentan. Así imaginé lo que nunca ocurrió
Ya no explorábamos nuestros deseos, confiábamos el uno en el otro, estábamos tranquilos. Descubrimos el placer de las caricias sin exigencias, los párpados cerrados, el susurro en la oscuridad. Habíamos dejado tras nosotros la precisión del sexo. Unas veces era él la mujer, otras era yo el hombre, pero siempre estábamos presentes los dos, aunque ocultos bajo una nueva y cómoda ambigüedad. En otras palabras, estábamos envejeciendo. Pero envejecíamos juntos.
Timandra (Theodor Kallifatides)
sábado, 1 de noviembre de 2025
EL LIBRO DELSÁBADO. Yevgueni Zamiatin. Nosotros
Distopía antecesora del Mundo feliz y 1984.
Los nombres han sido sustituidos por números y letras, el pelo y las nubes han desaparecido, las maquinas son la solución y la belleza de esta sociedad tecnificada en donde el yo se ha convertido en nosotros y la felicidad en una obligación, la de cumplir las normas del benefactor, pues el sabe lo que interesa.






