lunes, 11 de marzo de 2019

ROY ORBISON. El soulmam que jugó a ser rockero


Roy Orbison transcendía todos los géneros: folk, country, rock and roll, lo que fuera. Su material mezclaba todos los estilos e incluso algunos que no se habían inventado ni siquiera. Podía adoptar un tono agresivo y perverso en un verso y luego cantar con voz de falsete a lo Frankie Valli en el siguiente. Con Roy no sabías si estabas escuchando ópera o una banda de mariachis. Te mantenía alerta. Todo en él era muy visceral. Sonaba como si cantara desde la cima del monte Olimpo y realmente se lo creyera”.
Así hablaba de él su amigo Bob Dylan.



Y es que Roy era, además,  un triste rockabilly con alma de soulman.

Un hombre disminuido que cuando subía a escena y emitía la primera estrofa de una canción te agarraba el corazón para no soltarlo hasta el final de la melodía.
Aquellas gafas oscuras y su eterna guitarra quedaban a un lado para sólo quedar su voz prodigiosa de múltiples registros que tenía  el sedimento arenoso del country o el desgarro del blues.
Pero sobre todo estaba su alma de soul desgarrada que sabía hacer que esa voz llorara, se engolara llena de azúcar  o se disparara a los cielos con un falsete estremecedor.

Como decía Tom Waits, era “la voz de un fantasma que surgía de la radio. Sus canciones no eran semejantes a un sueño sino sueños en sí mismas. Sonaban siempre como si intentaran llegar hasta ti desde un lugar muy alejado" (No es extraño que David Linch utilizara su Dream para su película de Terciopelo azul)
Ese era uno de sus grandes encantamientos, el capaz de transformar unas letras en general bastante ramplonas en todo un carrusel de emociones casi siempre centrado en el desamor
                                               Una sola mirada tuya 
                                                Me lleva a la deriva 
                                              Estoy rezando que tú 
                                            Estés aquí para quedarte
You Got It

                                                    Sólo los solitarios 
                                         Saben que lloro, que lloro por ti. 
Only the lonely 

                                                      Chica guapa, 
                                               Se te ve tan bonita, 
                                                  ¿cómo puede ser 
                                                 Que estés tan sola 
                                                     Como yo?
                                                Pretty woman



A mi personalmente, lo que más me fascina de sus canciones es la mezcla de ritmos lentos letalmente dirigidos por una percusión muy poderosa, que creaba un ritmo mucho más cercano al de los 80 que al de los 60, sobre EL que su voz cabalgaba a voluntad, creando un carrusel de sonidos en torno suyo que podía acelerar o detenerse mientras que la base continuaba como un ferrocarril sin pausa.

Su vida fue todo un carrusel de subidas y bajadas, llegando a su cima a mediados de los 60 (llegó a tocar con los Beatles, que fueron sus amigos, e influir en los Rolling).
A partir del 66 la mala suerte se cebó con él, muriendo primero su mujer y más tarde dos de sus tres hijos en el incendio de su casa familiar, y ya en los 70 su estrella declinó.
A finales de los 80 volvió a la palestra con la banda sonora de Terciopelo azul y, posteriormente, de Pretty Woman






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