Con la llegada de Noviembre y el Día de Todos los Santos, y además de calabazas de herencia norteamericana, en Madrid podemos encontrar dos productos típicos: los huesos de santo y los buñuelos.
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Los huesos de santo, formados por mazapán y relleno de yema, son, al menos, del siglo XVII (Arte de cocina de Francisco Martínez Montiño de 1661), como véis una nueva herencia de nuestro siglo de oro, tan acostumbrado a los dulces
En cuanto a los buñuelos parece que su origen es judío (alrededor del siglo X para celebrar la Janucá, unos bollos fritos con harina de trigo que denominan bimuelos) y luego extendidos por el mundo morisco. Una nueva herencia andalusí en nuestra historia
Aquí tenéis las dos recetas
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