LAS PERSECUCIONES DEL CRISTIANISMO PRIMITIVO

Martirios en Quatto Santi Coronati

 Tomada de wikipedia

La población cristiana no fue bien vista durante los primeros siglos, atacada tanto por intelectuales (que veían una elaboración intelectual muy baja en sus primeras doctrinas que serían contestadas por apologetas como Cesáreo), sectores políticos (que veían en las doctrinas cristianas un peligro para la estabilidad política por deseo de igualdad y ataque al modelo esclavista), moralistas (que criticaban su desprecio a las tradiciones) y plebe (en gran parte mediatizada por numerosos bulos como la práctica de la antropofagia o el incesto)

Que en la nocturna congregación sacrificamos y nos comemos un niño. Que en la sangre del niño degollado mojamos el pan y empapado en la sangre comemos un pedazo cada uno. Que unos perros que están atados a los candeleros los derriban forcejeando para alcanzar el pan que les arrojamos bañado en sangre del niño. Que en las tinieblas que ocasiona el forcejeo de los perros, alcahuetes de la torpeza, nos mezclamos impíamente con las hermanas o las madres. De estos delitos nos pregona reos la voz clamorosa popular, y aunque ha tiempo que la fama los imputa, hasta hoy no ha tratado el Senado de averiguarlos.

Tertuliano, Apología, c.7

Tomado de wikipedia

Pese a ello su práctica fue más o menos tolerada y solo existieron tres grandes persecuciones: las de Decio, Valeriano y, especialmente, la Diocleciano (Por el contrario, las protagonizadas por ¿Nerón?, Domiciano, Séptimo Severo o Juliano el Apóstotata hay que entenderlas más como respuestas a problemas coyunturales (la peste, una hambruna o un incendio, revueltas sociales) que a una actitud consciente y predeterminada de acabar con la comunidad cristiana).

Martirio de San Lorenzo. Ribas

En ellas sí hubo una clara intención de descabezar la iglesia (atacando especialmente a obispos y prohombres).

Para ello se obligó a realizar sacrificios a los dioses paganos y al emperador.

Evidentemente esto solo permitía a los cristianos la apostasía (que practicaron muchos) o la muerte al negarse.

Martirio de San Bartolomé. Ribera

La explicación de las mismas hay que encontrarlas en varias razones que se entrelazan:

*Los cristianos se niegan a admitir el culto imperial (que tenía más de rito social y político que de pura espiritualidad), socavando con ello las bases políticas imperiales.

*Durante estos primeros siglos, el cristianismo tiene una fuerte tendencia a la pronta escatología, predicando constantemente. Ello "significaba que los galileos deseaban esta destrucción prometida, y sin duda, muchos de ellos, que eran fanáticos, la deseaban (...) No parece existir demasiadas dudas de que un romano civilizado y amante de la ley (...) habría llegado a la conclusión de que lo mejor que se podía contra esta hostil aunque marginal secta era aniquilarla antes de que se extendiese todavía más" (Hughes)

* Evidentemente, muchas de estas persecuciones (que siempre fueron puntuales, nunca una historia constante) hay que entenderlas como cortinas de humo puesta por los propios gobernantes para ocultar los problemas cada vez mayores del Imperio

Martirio de San Juan Evangelista. Pacheco

Frente a estas persecuciones la primitiva iglesia intentó rearmarse ideológicamente, predicando una teología de la obediencia a los designios de Dios que debía plasmarse en una aceptación del martirio. Para ello los sarcófagos romanos romanos estarán llenos de temas paralelos como el Sacrificio de Isaac, los Tres hombres en el horno, Jonás o Daniel en el pozo de los leones.

Lapidación de San Esteban. Boí

Por otra parte, estos mártires por la fe pronto fueron tomados como ejemplo supremo de cristianismo y, basándose en las Acta Martyrium que realizaban los tribunales paganos se fue elaborando todo un género, las Passio, que daban un carácter moral y teológico a estas muertes que fueron compiladas por primera vez por Eugenio de Cesaréa.

Dichos documentos repiten unos topos comunes entre los que se incluyen las más horripilantes torturas y los discursos teológicos de los mártires en las mismas puertas de la muerte

Martirio de San Sebastián

Sobre estas narraciones, la Contrarreforma creará toda una estética del sufrimiento que anime a los cristianos en la lucha contra la Reforma, y que se potenciará por medio de las reliquias

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