Clasificación
y encuadre.
El mapa nos presenta las zonas y expediciones
carlistas que se produjeron durante la I Guerra Carlista sucedida durante la
minoría de edad de Isabel II (Regencia de su madre, Mª Cristina).
En lo que se refiere a su tipología podemos
encuadrarlo dentro del tipo militar, aunque completado con informaciones
político administrativas (zonas de control carlista, división de las ciudades
según sus apoyos...)
El mapa nos presenta, por una parte, las zonas de
influencia carlistas localizadas principalmente en la zona norte y Maestrazgo,
con un carácter rural muy marcado (la gran mayoría de las grandes ciudades
serán de tendencia cristina, quedando en sus manos sólo pequeños núcleos como
Estella, convertido en corte carlista o Morella, feudo de Cabrera).
Por otra parte, se detallan las expediciones
carlista haciendo hincapié en dos de ellas: la realizada desde el norte hacia
el sur por el general Miguel Gómez (1836), y la llamada Expedición Real (llamada en el mapa de Carlos V) que,
desde Morella y comandada por el propio Carlos Mª y Cabrera, llegará hasta las
mismas puertas de Madrid (1837).
Comentario
histórico.
El mapa se centra fundamentalmente en la segunda
fase de la primera guerra carlista, su momento de incertidumbre y la derrota final del carlismo
tras la firma del Abrazo de Vergara que realizarán Espartero y Maroto.
Anteriormente a este punto, el conflicto había
estado claramente decantado hacia el bando carlista debido, entre otras causas,
a la figura de Tomás de Zumalacárregui, gran estratega que mantuvo en vilo a
los ejércitos cristinos hasta su muerte en el sitio (nunca conseguido) de
Bilbao.
Tras ello la guerra pasa por un estadío en donde se
alternan las victorias de ambos bandos, con un intento por la parte carlista de
forzar el conflicto con las dos expediciones que nos muestra el mapa. En ellas,
los carlistas salen de sus zonas naturales buscando extender el conflicto y
permitir (según su opinión) que el pueblo español se ponga de su lado,
abandonando a Mª Cristina.
El intento, sin embargo, es vano y ni la población
de Andalucía ni de Madrid cambian de bando, obligando a la retirada de las
tropas carlistas a sus lugares de origen.
Tras esto, la guerra cambiará de sentido, y las
disensiones internas dentro del bando carlista entre los templados de Maroto y los apostólicos que se agrupan en torno a
Carlos Mª Isidro, serán aprovechadas por Espartero para forzar el acuerdo (Convenio o abrazo de Vergara) en donde Maroto conseguirá
la integración del ejército carlista en el liberal conservando sus grados, así
como vagas referencias a la persistencia de los fueros que, entre otras causas,
había generado el conflicto. (Aunque sería importante señalar que final total
de las hostilidades sólo se producirá un año después, con la huida de Cabrera a
Francia)
Con esto se cierra una disputa iniciada durante la
Guerra de Independencia (y continuada durante el fluctuante reinado de Fernando
VII) entre absolutismo y liberalismo de la que saldrá vencedor el segundo,
iniciando con ello una progresiva modernización y normalización de la economía
y política española.
Entre tales concepciones se establecía un debate
sobre puntos esenciales como la soberanía (absolutista de origen divino en los
carlistas, nacional más o menos compartida con el trono en los liberales),
religión (radicalizada o de un carácter más moderado cuando no – progresistas –
con duros enfrentamientos como el ocurrido durante la desamortización),
privilegios (patentes en los carlistas en los fueros o la sociedad estamental frente
a la homogeneización liberal), grupos sociales (nobleza, clero reaccionario o
campesinado aferrado a sus tradiciones entre los carlista frente a la
burguesía, militares y campesinos de zonas llanas)..., que en el fondo
planteaban la lucha entre la tradición, encarnada por Carlos (aferrado, como
excusa, a la Ley Sálica), y la modernización cristina que funda sus derechos en
la Pragmática Sanción.
Cuando dice "(La gran mayoria de las grandes ciudades serian de tendencia cristina...)" queriais decir cristina o cristiana?
ResponderEliminarCristina, por María Cristina, madre de Isabel II y regente en este momento
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