Como ya había ocurrido en Roma, con el crecimiento económico, en el imperio abasí la población de origen árabe perdió fuerza expansiva (a partir del IX). Entre otras cosas empezaron a escasear los soldados árabes, teniendo que recurrir a los turcos (mamelucos) en tiempos de Al-Mamum. Este ejército terminó casi por dominar al califa, arrogándose su capacidad de elección, ante lo cual el califa Al-Mutasin decidió en el 838 se trasladó la capital de Bagdad a Samarra hasta el 883 en el que regresa. El proceso se culminó con el control efectivo de los turcos del califato (selyucidas, 1055) que orientó sus conquistas hacia el este (India, Pakistán), imposibilitada de controlar el oeste por la potencia de los fatimíes en Egipto y omeyas en Al-Andalus.
A estos causas habría que añadir el ya
mencionado carácter tribal del Islam y el círculo vicioso de provincias cada
vez más autónomas que hacen crecer el ejército central para controlarlas, hecho
que incrementa los impuestos y genera mayor descontento
A
grandes rasgos la evolución del imperio se puede seguir dividiéndole en dos grandes mitades.
En la zona oriental Samarcanda se sublevó bajo el mando de Rafi b Layt que en poco tiempo independizó la Transoxiana. En el
Hurasán se sublevaron los hariyies y el propio califa (Harum al Rasif) al frente de un
ejército acudió a sofocar la revuelta, pero murió antes de llegar. Su hijo Al
Mamun envió al oficial del ejército, Tahid y, sofocada la revuelta, lo nombró
gobernador. A su muerte, lo sucedió su hijo que instauró en la zona en el 822
la dinastía de los tahiríes. En el 932, en Afganistán se instaló la dinastía turca de los
gaznavíes y en el Irán occidental,
el shiita al Buyhi fundó en 945 el sultanato de los buyyíes, que abarcaba la mayor parte de
Irán y Mesopotamia. En 944, la familia árabe de Egipto, los hamdánidas, se instalaron en el norte
de Mesopotamia, obtuvieron el control de Siria y fundaron Alepo.
En
Occidente encontramos tres grandes zonas.
En Ifriqiya (Túnez)
ya se había independizado con los aglabitas (800), Un rebelde llamado Idris, fundó en Fez
el reino independiente de los idrisitas. Allá se dirigió un ejército al mando de Ibrahim al-Aglab, que se
sublevó en Túnez y fundó la Dinastía de los
Aglabitas, con su capital en Cairwán. e Harum al Rachid
tuvo que rendirse a la fuerza de los hechos y le nombró gobernador. Durante
este momento se crea un primer momento de esplendor fundando una casa de la Sabiduría según el
modelo de los abasíes, extendiéndose desde ella la medicina y la teología
malakí En el 875 se apoderaron de Sicilia hasta la llegada de los Normandos
(1060), mientras que la zona de la antigua Galia Nabornense (719-59) fue
ocupada intermitentemente y se produjeron numerosas incursiones en Roma (846) y
otros puntos italianos (Bari, Provenza, Benevento) que terminaron por
convertirse en una piratería que llegaría hasta el siglo XVII (con bases en
Túnez y Argel)
Su
poder fue derrocado por los fatimíes
chiítas dirigidos por Ubayd Ullah (que afirmaba
ser descendiente de Fátima) en el 909. Para ello se presentaba como precursor
del Mahdi, apoyándose en las tribus bereberes de las montañas que se sentían
marginadas por los potentados de la ciudad, estableciendo su capital en la
costa de Túnez, en Al-Madhia.
Tras
una serie de luchas por el territorio de Argelia y Marruecos con Al-Andalus
(interés por la ruta del oro que partía desde Sudán), sus descendientes en el
969, Al-Muizz (cuarto califa fatimí), conquistó Egipto, construyendo su capital en Al-Qahira (El Cairo), que muy
pronto se convertiría en un gran centro cultural con su mezquita al-Azhar y su
escuela teológica.
En
Al-Andalus, tras la semiindependencia del Emirato Independiente creado por
Abderramán I en el 755, la desvinculación definitiva se producirá con Abderramán III en el 929 (califato independiente omeya),
dividiéndose en el XI en numerosos estados independientes (Reinos de Taifa) que a finales de ese mismo siglo serán
reunificados por nuevos movimientos rigoristas que se sucedieron en el extremo
occidental de África (desde Marruecos al río Senegal) denominados almorávides y almohades.
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