Una pequeña novelita, fascinante tanto para los lectores de literatura como por los apasionados de la historia.
El autor italiano, tomando un pequeño fragmento de los Novios de Manzonni, investiga las actas de un juicio inquisitorial (totalmente cierto), sucedido en el Milán del siglo XVII.
A través de su estudio (que se lee como una verdadera novela) no sólo vamos conociendo los hechos sino que comenzamos a comprender todo el complejo contexto ideológico y psicológico que va condicionando el pensamiento y los actos de los personajes (desde el capitán, hombre principal que se cree hechizado a la ingenua mujer que termina creyéndose bruja o los jueces que encuentran exclusivamente lo que buscan).
Verdaderamente difícil escribir tan sencillo para explicar cosas tan complejas y explicar cómo la creencia sobre el demonio se extiende desde los púlpitos para reelaborarse en la mentalidad popular y volver al pensamiento eclesiástico, o cómo una mujer anónima, de vida llena de miserias, termina por convencerse de la "categoría social" que le otorga ser bruja o examinar las razones y los límites de la tortura como forma de buscar la verdad.
Los profesores de sociales pueden encontrar en él textos magníficos para trabajar el mundo inquisitorial más allá del puro morbo y poder hacer pensar a sus alumnos sobre la influencia del medio ideológico en las personas, los orígenes de la intolerancia y la violencia.
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