La catedral. Blasco Ibáñez.

Nunca puedo ser objetivo con Blasco Ibáñez. Con cierto grado de paisanaje, la explicacion de un paisaje y una sociedad que me es tan cercana se la debo a él.

Me gusta también esa escritura torrencial y decimonónica, esa cercanía ideológica con Zola que tiene en estas novelas políticas, como la horda o la bodega.

Es como ingresar en un gran mundo que te arrastra en su transcurrir, enseñando todas las costuras del sistema (el inaugurado por Cánovas), con el peso inmenso de la religión, pero también de la pobreza o la incultura

Es asombroso como consigue crear un personaje coral en esta catedral de Toledo, como un micromundo particular pero a la vez universal. Todo un símbolo para soltar sus brutales discursos noventayochistas y socialistas cuasi anarquistas sobre las causas del atraso español (en donde, por supuesto, se encontraba la religión y todas sus lacras).

Todo pasión y gran literatura.

Ciprián

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