A partir de 1932 se comienzan a buscar nuevas soluciones a la Gran depresión, mucho de ellas basados en las teorías de Keynes, aún no desarrolladas por completo, de generar una demanda agregada.
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Tomado de enclasedecuartosociales.blogspot.com.
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Para ello se recurre al intervencionismo estatal.
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Para ello se recurre al intervencionismo estatal.
El Estado
ha de inyectar dinero en economía a través de mantenimiento de empresas
en dificultades o nacionalización de las claramente deficitarias.
Por otra
parte se recurre a un sistema redistributivo que inyecta dinero en los
sectores más desfavorecidos a través de seguros de paro o invirtiendo en obras públicas que reduzcan el paro y generen actividad en industrias conectadas (cemento, siderurgia...)
Tanto los
países democráticos como los de corte totalitario se rearmaron como forma
económica. (La industria armamentística genera muchos empleos directos e indirectos)
Junto a estos planes se toman medidas destinadas a eliminar los stocks por medio de la
limitación de la producción agrícola a cambio de subsidios (lo que aumentaría
el precio de los productos y así el poder adquisitivo de los campesinos),
reducción de la semana laboral y las vacaciones pagadas o subida de salarios para animar la demanda
Tomado de wikipedia
(En la actual crisis EE UU ha utilizado estas mismas ideas mientras que en Europa, en sus comienzos, intentó hacerse algo parecido, como el Plan E.
Sin embargo (y por lo menos en el caso europeo, demasiado controlado por Alemania) fue algo muy reducido y rápidamente se eliminó, pasándose a otro tipo de políticas económicas totalmente contrarias, basada en la reducción - los famosos recortes - de la inversión pública que han generado aún más paro y caída económica. Tan sólo el rescate de los bancos - para que no se hunda el sistema de créditos - sería keynesiano). Aquí lo explicamos con mayor amplitud y vemos su evolución y consecuencias).
Sin embargo (y por lo menos en el caso europeo, demasiado controlado por Alemania) fue algo muy reducido y rápidamente se eliminó, pasándose a otro tipo de políticas económicas totalmente contrarias, basada en la reducción - los famosos recortes - de la inversión pública que han generado aún más paro y caída económica. Tan sólo el rescate de los bancos - para que no se hunda el sistema de créditos - sería keynesiano). Aquí lo explicamos con mayor amplitud y vemos su evolución y consecuencias).
Tras la pandemia del coronavirus en 2022, se volvió a estas ideas. La Unión Europea ha llegado a un acuerdo histórico, vendiendo deuda pública de forma conjunta para crear un enorme fondo para que sea invertido por los distintos países (en especial dirigidos a la digitalización, la sostenibilidad medioambiental) y la innovación
No hay duda de que el New Deal fue un proyecto consciente y deliberado, que sentó las bases del ordenamiento posterior a la Segunda Guerra Mundial en los Estados Unidos y más allá de sus fronteras. Implicó a un sector ilustrado de la clase capitalista que había llegado a entender que el laissez-faire era una amenaza a su supervivencia, y que para alcanzar un régimen duradero de rentabilidad regular era necesario encarar un gran cambio en la relación entre el Estado y la economía. En los años treinta y cuarenta, estos capitalistas dieron el paso inaudito de establecer una alianza con un movimiento obrero militante (sindicalistas, comunistas y socialistas): una alianza muy poderosa y hasta hegemónica. Su idea guía era la socialde-mocracia keynesiano-nacional, que les permitió incorporar a gran cantidad de inmigrantes y hacer de ellos “verdaderos estadounidenses” capaces de llevar una vida de clase media, comprar casas modestas en los suburbios y manejar los automóviles que ellos fabricaban, etc., etc. Los principales componentes eran los sindicatos industriales, los intelectuales visionarios y, a la larga, las grandes corporaciones manufactureras dispuestas a aceptar ese “compromiso de clase”, así como los afroestadounidenses, los inmigrantes, las clases medias urbanas. En conjunto, era un bloque hegemónico muy poderoso.
¡Contrahegemonía ya! (Nancy Fraser)
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