domingo, 3 de julio de 2011

LAS APARIENCIAS BARROCAS. TEXTOS E IMÁGENES PARA COMPRENDER


El Siglo XVII es el momento del Barroco en donde las cosas no son como parecen, y en muchas ocasiones son más apariencias que realidades. Ya lo comentaba Quevedo respecto al Imperio español, empeñado en seguir siendo el centro del mundo cuando ya nos hundíamos en la más espantosa crisis:

Hay muchas cosas aquí que parecen existir y luego no son más que un nombre o una apariencia.


Estas apariencias pueden ser, simplemente, una forma de no querer reconocer la realidad, y seguir viviendo por encima de las posibilidades de cada uno (algo parecido a los que nos ha conducido a la crisis económica actual, en donde pedíamos un crédito tras otro para seguir un nivel de vida verdaderamente imposible).

Esto es lo que hace uno de los amos del Lazarillo de Tormes que prefiere desperdicir una cuantas migas de pan para ponérselas encima de las barbas (con el hambre que tenía) para que los demás pensaran que comía con regularidad




De la misma manera ocurre en este fragmento de una obra de teatro


Porque en mi vida la vi

sino en coche; por aquesta
fue por quien se ha presumido
que le dijo a su marido
"Con lo que la casa cuesta
de alquiler, echemos coche."

volviéndole a decir,

"¿Pues dónde hemos de vivir

y estar el día y la noche?"

Dijo, "si el coche tuviera,

sin casa vivir podía

en el coche todo el día

y de noche en la cochera."


(Calderón de la Barca. Mañanas de abril y mayo)


Pero las apariencias van mucho más allá, y termina siendo un tema casi filosófico. Las personas son como personajes de una obra de teatro que ya no saben si viven o si están soñando.

¿Que quizá soñando estoy,
aunque despierto me veo?
No sueño, pues toco y creo
Lo que he sido y lo que soy

(La vida es Sueño. Calderón de la Barca)


O, como ocurre en el Quijote, que ve una realidad distinta a la de Sancho Panza (en la primera parte), mientras que en la segunda los papeles se cambian, pues nada es verdad o mentira, todo es subjetivo (como pasa muchas veces en nuestro mundo actual cuando ¿es verdad todo lo que sale en televisión o internet, cuántas leyendas urbanas, totalmente falsas, nos llegan a nuestro correo electrónico?)

Y esto que estamos viendo en la Literatura de la época, es muy habitual encontrarlo también en el arte. La pintura suele fingir la realidad, como ha ido pasando en todas las fotos de este post. A esto se llama trampantojos, trampas para el ojo, engaños a la mirada para dar más fuerza al poder religioso o político.

Aquí todo es mentira, hasta la propia cúpula. Todo pintando. Un gigantesco trampantojo.

Si queréis ver más sobre esta sociedad y vida de las apariencias, fijaros en las comidas de reyes y nobles



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por comentar en este blog. Tus sugerencias serán siempre bienvenidas.
No olvides que si publicas un comentario estás aceptando algunas normas.
Por favor, sé respetuoso en tus palabras. Por supuesto puedes estar en desacuerdo con lo dicho en este blog, y también criticarlo, pero guardando las normas básicas de educación.
No se admite spam y contenidos publicitarios (serán eliminados)
Por el hecho de comentar aceptas nuestra política de privacidad (ver en apartado política de privacidad y aviso legal) y dando consentimiento explícito a que figuren aquí los datos con los que firmes o te registres (recuerda que puedes hacerlo con tu perfil blogger, nombre y URL o en modo anónimo; no es necesario email)
Si no quieres dar consentimiento, no comentes. Si tienes dudas, visita la política de privacidad.

Responsable de los datos: Vicente Camarasa (contacto correo en la parte superior derecha del blog).
Finalidad: moderar los comentarios.
Legitimación: consentimiento del usuario
Destinatarios: el sistema de comentarios de Blogger.
Derechos del usuario: acceder, rectificar, limitar y suprimir datos (si los hubiera)