«Lope de Vega me llevó a su casa diciendo: Señor capitán, con hombres como vuesa merced se ha de partir la capa, y me tuvo por su camarada más de ocho meses dándome de comer y cenar, y aun vestido me dio. Dios se lo pague. Y no contento con eso, me dedicó una comedia»
En la dedicatoria de esa comedia escribe el dramaturgo:
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«Digno sujeto fueran de larga historia o de poema heroico tantas y tan innumerables empresas como las del capitán Contreras».
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«Digno sujeto fueran de larga historia o de poema heroico tantas y tan innumerables empresas como las del capitán Contreras».
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Y es que el Capitán Alonso Contreras es el perfecto símbolo de todo un siglo: aventurero terrible pero caritativo, hombre de honor (que no siempre actuó de forma honorable), valentón, ardoroso amante, gran espadachín y marino; espia, corsario en Mediterráneo y atacante de Corsarios en el Caribe, capitán de los tercios de Flandes, cristiano viejo con numerosos tratos con moriscos, ermitaño en el Moncayo (cerca de Ágreda), gobernador en L' Aquila, numerosas veces encarcelado por los más variopintos lances... y escritor a ratos como demuestra el Discurso de mi vida que ya hemos utiizado en varios artículos.
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En esta pequeña novela podemos ver sus innumerables viajes por Madrid, Valladolid, Zaragoza, Sevilla, Cádiz, Palermo, Nápoles (en donde vio la gran erupción del Vesubio), Malta, Berbería, Chipre, Flandes, Caribe..
Y es que el Capitán Alonso Contreras es el perfecto símbolo de todo un siglo: aventurero terrible pero caritativo, hombre de honor (que no siempre actuó de forma honorable), valentón, ardoroso amante, gran espadachín y marino; espia, corsario en Mediterráneo y atacante de Corsarios en el Caribe, capitán de los tercios de Flandes, cristiano viejo con numerosos tratos con moriscos, ermitaño en el Moncayo (cerca de Ágreda), gobernador en L' Aquila, numerosas veces encarcelado por los más variopintos lances... y escritor a ratos como demuestra el Discurso de mi vida que ya hemos utiizado en varios artículos.
.En esta pequeña novela podemos ver sus innumerables viajes por Madrid, Valladolid, Zaragoza, Sevilla, Cádiz, Palermo, Nápoles (en donde vio la gran erupción del Vesubio), Malta, Berbería, Chipre, Flandes, Caribe..
Evidente tomé a Conteras porque era la viva imagen del hombre de aventuras del siglo, aunque debo advertir que en El Señor del Biombo me tomé ciertas libertades, como hacerle morir de peste, cosa para nada demostrada, o hacerle amigo de Conde de Villamediana, bastante poco probable.
Ésta es la dedicatoria que escribio Lope en una obra (supuestamente) inspirada en acontecimientos de su: El rey sin reino:
Puso el valor natural
pleito al valor heredado
por más noble, más honrado,
más justo y más principal;
siendo la verdad fiscal
probó el natural valor
la fama, laurel y honor
de Contreras en España,
y por la menor hazaña
tuvo sentencia a favor.
pleito al valor heredado
por más noble, más honrado,
más justo y más principal;
siendo la verdad fiscal
probó el natural valor
la fama, laurel y honor
de Contreras en España,
y por la menor hazaña
tuvo sentencia a favor.
Puede leerse el libro en Cervantes vitual
Mola¡¡¡ Como diría Juncal: ¡Tomo nota!
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