¡El despojo
de Bizancio! Una semana de francachelas y crueldades de borrachos, de rapiña y
estropicio. ¡Bebían, comían, folgaban, alardeaban de ricas vestimentas, de
brocados, dormían sus borracheras en grandes lechos, bajo magníficos doseles!
¡Todo el despojo de los palacios!
La toma de Constantinopla por los cruzados. Delacroix
Como ya hemos explicado en otros post, las Cruzadas fueron un amplio moviiento para la recuperación de los Santos Lugares para el catolicismo.
En la mayoría de la incursiones cruzadas, Constantinopla se utilizó como lugar de arranque para las incursiones, pero en 1204, las cosas no quedaron así.
Un aspirante al trono (Alejo IV, el propio hijo del monarca, Isaac Ángel), pidió la colaboración de las tropas cruzadas que acampaban junto a Constantinopla para quitar del trono a su padre y acceder él al poder.
Para ello le prometió una parte del gran tesoro del palacio. Un tesoro que, por entonces, ya apenas existía.
Gustave Dore
Los cruzados, tras cumplir su parte del trato (ayudados desde el interior, que crearon un incendio y una apertura en las murallas) se sintieron por completo estafados y comenzaron una de las destrucciones y rapiñas más brutales de la historia
Miles de personas fueron torturadas, violadas y asesinadas mientras las iglesias bizantinas eran primero expoliadas en todas sus riquezas para luego ser destruidas sin reparos. Se destruyó definitivamente el Palacio Real y el Hipódromo, mientras Santa Sofía se convertía en una cuadra...
Los cientos de reliquias que había acumulado el Imperio Bizantino fueron saqueados para, años después, reaparecer en París o en Venecia.
La impresionante biblioteca de Constantinopla desapareció entre las llamas, igual que el famoso Zeus de Fidias.
A partir de 50 años Constantinopla perdió su poder y fue controlada por el Imperio Latino de Constantinopla hasta la llegada de la última dinastía bizantina, los Paleólogos.
Para saber más de las cruzadas y Bizancio
Para saber más de las cruzadas y Bizancio