Franco y Hitler
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Chabolismo en las ciudades. El éxodo rural
Babyboom, descampados y urbanización acelerada
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Atentado de Carrero Blanco. Los últimos años de la dictadura y ETA
Adolfo Suárez y la Transición.
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Franco y Hitler
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Chabolismo en las ciudades. El éxodo rural
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Atentado de Carrero Blanco. Los últimos años de la dictadura y ETA
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Colón te habla
https://www.tiktok.com/@ecosdelpasado5/video/7239643352529095963
Hace unas semanas fue Sara Jaramillo, hoy es otra nueva colombiana que me recomendó (y dejó) Ciprián.
Es la historia de una niña que cuenta su propia historia de niña a la vez que (y esta es su verdadera genialidad) nos deja a nosotros , los adultos, intuir la historia de una mujer infeliz con su vida, con su matrimonio, con ella misma, generando una vida dura y conflictiva.
La VOZ es magnífica, y nos ofrece una verdadera sensación del mundo visto por una niña de ocho años, con una escena de una terrible genialidad, la que habla del suicidio de su muñeca favorita. No explico más pero nunca había visto algo tan lírico como trágico en esta expresión elusiva de los sentimientos.
Realmente fantástica, tan tierna y amable como dura.
No es el libro más adecuado para comenzar a transitar por este mundo de la mitología, pues no se concibe a la manera de diccionario de mitos en donde iríamos viendo a Zeus, Hera, Apolo...
No, es más bien una reflexión sobre los propios mitos que la autora va uniendo por unidades temáticas (la muerte, el amor, el hibris, las pasiones, la justicia o el destino...)
A través de ellos descubrimos personajes y tramas que a menudo se repiten (como si todo fuera una gran cámara de eco que puede comenzarse por cualquier lugar pues los rizomático nos permitirá pasar una y otra vez por los mismos puntos, aunque el agua pasa, y nunca no bañaremos en el mismo río.
El libro es, además, toda una reflexión de estos mitos y su restauración en el mundo actual como nuevas formas de anclaje intelectual para problemas eternos.
Algo especialmente trabajado que puede ayudarnos a volver a ciertos orígenes que hemos olvidado últimamente
TODOS NUESTROS POST SOBRE MITOLOGÍA CLÁSICA
Renacimiento Occidental. Para revivir es primero necesario morir, así que mientras más completa sea la “completa reiniciación”, mejor. La crisis total y la desintegración ofrecen las mejores probabilidades.
Dado a que la competición es buena, un poco del Renacimiento Occidental haría las cosas más interesantes, incluso si, como es probable, la Modernidad 2.0 sea el camino mundial hacia el futuro. Esto dependen de que el Occidente pare y de la vuelta en todo sentido y a todo lo que ha estado ha sido por más de un siglo, exceptuando solo la innovación científica, tecnológica y de negocios. Es recomendable mantener una disciplina retórica dentro de un modo estrictamente hipotético, porque la posibilidad de que alguna de estas cosas suceda está marcada por lo increíble.
La mujer en el primer franquismo se basó en la ideología nazi Kinder, Küche, Kirche (Niños, cocina, iglesia)
Se convertía así en una especie de “templo de la raza” encargada primordialmente de dar vida y educar a sus hijos , renunciando a cualquier tipo de actividad pública que pudiera coartar su función de “destino en lo universal.
Por Decreto de la Jefatura de Estado de 28 de diciembre de 1939, Franco encomienda a Pilar Primo de Rivera y a la Sección Femenina de Falange y de las JONS, la labor de movilización, encuadramiento y formación de las mujeres españolas.
UN BUEN RESUMEN DE LA MUJER EN EL FRANQUISMO
MIRA EL MANUAL DE LA BUENA ESPOSA (que aunque no sea original del momento lo explica perfectamente)
La escuela pública en Pompeya merece realmente su nombre, ya que era en público, bajo el pórtico del foro, donde el preceptor Sema, un maestro menesteroso, iniciaba a los jóvenes alumnos (pueri) en los misterios del alfabeto y, aureolado con su gloria docente, los asociaba consigo en un letrero electoral.
Otras escuelas elementales desarrollaban sus actividades bajo el pórtico meridional de la Gran palestra; los ludi magistri —retribuidos por sus alumnos— adiestraban sus talentos y los exhortaban con piadosas palabras al pago regular de sus honorarios. «Que el que me ha pagado los honorarios debidos por mis enseñanzas obtenga lo que pide a los dioses de las alturas». San Agustín recordará más tarde que, en Roma, para no pagar a un maestro el precio de su enseñanza, los estudiantes se ponían de acuerdo entre sí y se pasaban en bloque a otro maestro, despreciando toda buena fe y toda equidad, por amor al dinero.
(...)
Las instalaciones escolares son de lo más elemental, móvil y provisional: unos bancos para el auditorio, a no ser que sólo un asiento estuviera a disposición del maestro que, en este caso, daría la lección con sus discípulos sentados en el mismo suelo del pórtico, provistos de una tablilla. Se trataba de aprender a leer y a escribir en las dos lenguas. El maestro, incluso si era puntilloso, se las ingeniaba para facilitar el paso de una lengua a otra haciendo él mismo las traducciones paralelas, palabra por palabra, en dos columnas, como lo harán al principio del siglo III los manuales bilingües.
Este método que recuerda, al menos para la conversación, a los métodos modernos que pretenden enseñar una lengua extranjera sin esfuerzo, no permitía, al parecer, un aprendizaje gozoso. Los castigos, en Pompeya, sancionaban duramente los fallos, y los transeúntes que paseaban bajo los pórticos del foro asistieron más de una vez al azote de las nalgas desnudas de un niño, sujeto, en su humillante posición, por dos condiscípulos que le inmovilizaban brazos y piernas.
(...)
De un mayor nivel cultural eran los maestros que enseñaban a los discentes, estudiantes que nosotros llamaríamos de enseñanza secundaria. Conocemos a tres, Saturninus, Valentinus y Verna gracias a los programas electorales.
Bajo el simple nombre de Saturninus, se esconde un hombre considerable, Cassius Saturninus, propietario de la casa del Fauno . Puede resultar sorprendente encontrar bajo los rasgos de un maestro a un rico aristócrata que posee una de las más hermosas casas de la ciudad. Pero, ¿por qué un notable se desinteresaría de la instrucción superior de sus compatriotas, cuando sabemos el interés que los pompeyanos concedían a la cultura?
Valentinus y Verna debían ser libertos o ingenuos recientes. Estos maestros disponen de aulas «de verdad»; exteriormente parecen una tienda. Una vez cruzado el umbral, el alumno descubría una amplia pieza cuya parte anterior producía la ilusión de un jardín (hortulus) iluminado por el alto tragaluz de la puerta, las plantas crecían en macetas colocadas en el suelo, o bien unas pinturas hacían el efecto de frutos, plantas y flores. En la parte de atrás, una pérgola, que podía recibir en sus bancos a quince alumnos y a su profesor, dominaba el pequeño jardín al que se accedía por una escalera de madera bloqueada por un escalón de obra que aún se conserva. Bajo la pérgola, estaban instaladas las letrinas, el guardarropa y los armarios-biblioteca que contenían cofres con papiros. Los arquitectos pompeyanos habían «normalizado» de esta forma las construcciones escolares. Allí enseñaban los maestros la retórica, leían y comentaban los textos fundamentales de la literatura griega y latina.
La vida cotidiana en Pompeya (Robert Étienne)
Pues la novela puede ser una particular guía de viajes por la región de la Umbría. Una guía parcial y profundamente subjetiva pero llena de bellísimas sugerencias y conocimiento (Spoletto, el Clitunno, Perusa, Spoletto, Spello, Asís, Trevi, Bevagna...) en donde el espíritu de la región resplanece igual que sus cielos azules
Es también una guía histórico espiritual de San Francisco y su espíritu de reforma que pone en contexto histórico e ideológico, profundizando después en creación y desarrollo (y futuros cismas con la Iglesia y con el propio movimiento franciscanos).
El libro es un delicia de leer tanto por su prosa suave y delicada, como un paisaje de la propia Umbría, como por el conocimiento de su autor que puede hablar de Lo Spagna o Perugino, pero también del Stabat Mater o todos los viajeros que por allí pasaron: Hesse, Lord Byron, Goethe, Stendhal, Giotto, los nazarenos y prerrafaelista, los místicos árabes que hacen eco con la figura de San Francisco y hasta el propio papa Francisco
Es tan difícil imaginarse al Universalismo sin el Estado como a la malaria sin el mosquito.
“Es un culto de misterio porque desplaza las tradiciones teístas al reemplazar las supersticiones metafísicas con misterios filosóficos, como la humanidad, el progreso, la igualdad, la democracia, la justicia, el ambiente, la comunidad, la paz, etc.”
“Ninguno de estos conceptos, definidos en una doctrina Universalista ortodoxa, es siquiera un poco coherente. Todos pueden absorber arbitrariamente energía mental sin producir pensamiento racional. En este sentido su mejor comparación es el sinsentido Plotiniano, Talmúdico, o Escolástico.”
Felipe II por Sofonisba Anguissola
Todo el mundo asocia a los Austrias hispanos (especialmente a partir de Felipe II) con este negro riguroso, profundo, brillante llamado en la época negro ala de cuervo.
Este color (dada la potencia del Imperio) se convirtió en el color de moda entre las clase altas europeas que tenían gravísimos problemas para encontrarlo fuera de España.Tomado de wikipedia
Su tinte provenía de una planta llamada palo tinte o palo de Campeche que nacía en Méjico y era monopolio de la monarquía hispana (convirtiendo así el color en toda una muestra de poder y prestigio como pudo ser la púrpura en la antigüedad).
Esto trajo guerras y numerosos enfrentamientos de piratas y corsarios para apoderarse de galeones cargados de esta madera que, mezclada con óxido de hierro como mordiente producía este color del poder.
Junto a la iglesia de San Vicente, en lo que antaño fue morería y antigua judería, muy cerca de la plazuela del Concejo y su cárcel, se encuentra esta casa.
Se trata de un pequeño palacio urbano torreado con sótanos (ahora convertido en restaurante) comunicados con un pequeño patio lateral.
En su portada se encuentran los escudos de los Vázquez de Arce y de los Sosa, sus primeros moradores.
En el piso principal se han conseguido recuperar unas extraordinarias decoraciones mudéjares que crean dos alcobas separadas por arco angrelado con yeserías en algunas de sus paredes. (Esto ha hecho atrasar su datación al siglo XIV)
Junto a ellos, algunos restos góticos de grafitis en la pared.
Qué libro tan apasionante.
Desde que lo citó por primera vez Lucas, lo he leído en varias ocasiones y nunca defrauda. Parece un libro de aventura, una aventura detectivesca en donde nos van dando las claves de cómo el imperio fue desapareciendo.
Evidentemente hay un tema que apenas aparece, el de la economía, más que tangencialmente (el tema de los impuestos). Tampoco lo puramente social vinculado a la economía se trata en profundidad.
En vez de ella habla, ante todo de ideología entendida en su expresión más amplia (una verdadera historia de las mentalidades). Brown analiza cómo se superponen las mentalidades clásicas (y mitológicas, y ciudadanas) y las religiosas (de las mistéricas al cristianismo) hasta el triunfo de las segundas.
En este apasionante recorrido vemos aparecer el prestigio de las nuevas religiones salvíficas, la organización social que establece la nueva Iglesia, los movimientos eremitas, el monacato, la violencia recibida y ejercida ...
También analiza cómo el poder (y el pensamiento, y la economía) se va desplazando a partir del siglo IV al imperio oriental con Constantinopla mientras los bárbaros del norte iban apoderándose de la parte occidental del Imperio.
Se analiza después el caso de Bizancio y cómo pervive en él el legado clásico que se defiende ante el imperio Sasánida, los ávaros o el Islam. Es el faro de civilización que tiene un lejano eco en la corte de Carlomagno que terminará en manos del Islam abasida que lo aunará a las culturas persas e indias.
Son recibidos como principios religiosos, con toda la intensidad pasional que caracteriza a los objetos de fe, y cuestionarlos no es un tema de imprecisiones científicas, sino de lo que llamamos ahora corrección política, y una vez llamamos herejía. Defender esta postura moral trascendente en relación al racismo no es más racional que suscribirte a la doctrina del pecado original, de la cual es el sustituto moderno sin ninguna duda. La diferencia, por supuesto, es que el “pecado original” es una doctrina tradiciones, a la que se suscribe un conjunto social en batalla, el cual está significativamente poco representado entre intelectuales públicos y figuras mediáticas. No solo eso, es profundamente obsoleto en la cultura mundial dominante y altamente criticado, sino ridiculizado, sin ninguna suposición de que el crítico está abogando por la lógica
La tolerancia ha progresado a tal grado que se ha convertido en una función policial-social, dando el pretexto existencial para las nuevas instituciones inquisitoriales (“Debemos recordar que aquellos que toleran la intolerancia abusan de la tolerancia en sí, y el enemigo de la tolerancia es el enemigo de la democracia” Moldbug ironiza).
¿Qué es lo que hace que el asesinato o el asalto sea peor si la motivación se atribuye a “odio”? Dos factores son especialmente prominentes, y ninguno tiene una conexión obvia a las normas legales comunes. Primero, el crimen se carga de un elemento ideológico o hasta espiritual, confirmando no solo la violación de la conducta civilizada, sino también su intención herética. Esto facilita la completa abstracción del odio de la criminalidad, donde toma la forma del “discurso del odio” o simplemente “odio” (el cual siempre se contrasta con la “pasión”, “indignación” o la “ira” moralista representada por el lenguaje crítico, controversial o simplemente abusivo dirigido hacia grupos no protegidos, categorías sociales, o individuos) El “odio” es una ofensa en contra de la Catedral en sí, una negación de su guía espiritual, y un acto mental de rebeldía en contra del destino manifiestamente religioso del mundo.
(...)
Un multiculturalismo asertivo de un suave totalitarismo democrático.
Para saber mucho más de la Ilustración oscura. Nick Land
Su fama comenzó en el siglo XIV, cuando acogió bajo su sombra por primera vez los fueros de los Reyes Católicos. Desde entonces, tuvo un valor especial para los éuscaros, tanto que se estableció como símbolo de la unión de sus pueblos, convirtiéndose en un emblema foralista y nacionalista, apreciado tanto por los hunos como por los hotros.
Un roble fuerte, pero como todo árbol, mortal. Cuatro siglos después de su nacimiento, los lugareños de Gernika apreciaron los primeros síntomas de fatiga en la corteza y en el color de sus hojas, que pasaron de tener reflejos color azul de Prusia a ocre pardo mortecino.
Decidieron plantar un retoño del árbol al lado del original, en el recinto de la Casa de Juntas. Al moribundo lo llamaron «árbol padre» y al nuevo, «árbol viejo». Apenas un siglo después, el «viejo» hizo honor a su nombre y murió. Lo colocaron en un templete circular en el mismo recinto y le cortaron otro retoño, del que brotaría el «árbol hijo».
Este presenciaría el suceso más sonado internacionalmente de la guerra civil íbera y uno de los más simbólicos: el bombardeo de Gernika, el ataque que sería la antesala de los sucedidos posteriormente en ciudades como Dresde, Coventry y Róterdam.
(...)
Las tropas franquistas, una vez se hicieron con la ciudad, quisieron talarlo, pero un grupo de requetés carlistas —antiguos absolutistas— se interpuso entre el tronco y las hachas, y evitó el desastre. Empero, lo que no mató el metal, lo hizo un hongo, y enfermó gravemente.
De nuevo, plantaron un retoño. Se descompuso. Plantaron otro retoño. Se secó. Plantaron una bellota… Así, sucesivamente, evitaron la desaparición del árbol. También permitieron que los afectados por la diáspora éuscara se llevaran, junto a las flores eguzkilore que protegerían sus hogares futuros, tallos del árbol original en sus viajes, extendiéndolo así por todo el mundo. La inmortalidad del roble quedó entonces asegurada.
Hoy día, si vais a Gernika preguntad cuál es el más original de todos. Os encontraréis con distintos pareceres.
La península de las casas vacías (David Uclés)
Una magnífica novela histórica que nos narra los últimos días de Pompeya pero en vez de centrarse exclusivamente en ellos desarrolla muchos más temas.