sábado, 28 de noviembre de 2020
El libro del sábado. ENTRE VISILLOS. CARMEN MARTÍN GAYTE
miércoles, 25 de noviembre de 2020
MESOPOTAMIA. LAS ESCENAS DE GUERRA MÁS ANTIGUAS DEL MUNDO (¿y las penúltimas?)
- ARTE MESOPOTÁMICO
Tomado de http://blogs.eurielec.etsit.upm.es/freedreams/posts/2007/03/20/
La foto pertenece a la penúltima guerra del mundo, la invasión norteamericana en Irak. Parece mentira que, viéndola, esta sea la misma tierra que vio surgir la civilización de la agricultura, la escritura, las primeras religiones organizadas, las primeras obras de literatura y también de arte.
Pero quizás sea que la historia sea cíclica, pues las primeras imágenes bélicas que conocemos también se produjeron allí, en una sociedad de conocimientos sofisticados pero difícil historia, llena de sangrientas batallas, llamada Mesopotamia. (Aquel lugar entre los ríos Eúfrates y Tigres)
La primera de las que conocemos en la actualidad es un fragmento de un relieve mayor, al que se suele llamar la estela de los buitres, de la civilización sumeria hacia el 2.500 antes de Cristo)
Tomada de
http://contenidos.educarex.es/mci/2004/44/@rt.com/Laminas_Arte/ICONOS/Estela_de_los_Buitres.jpg
En su parte más conocida se nos presenta un ejército formado para el ataque en donde se encuentran ya muchas de las características que van a repetirse en los artes preclásicos (los anteriores a Grecia). Podéis ver así la rígida isocefalia (repetición de las cabezas de forma casi automática, que no busca diferenciar los rasgos de los personajes), incorrecciones anatómicas evidentes (hay más personas que pies), composición geométrica estricta o falta total de interés por el espacio.
Se trata, como ya es sabido, de una pintura más mental que real, que en vez de copiar la realidad toma de ella algunos rasgos significativos para su rápida comprensión
Tomada de http://www.dearqueologia.com/escultura_sumeria2.htm
Más interesante se presenta este otro fragmento en donde el Ensi (rey-sacerdote) encierra en una gran red a sus enemigos. La perspectiva jerárquica es evidente, dando el tamaño de las figuras según su importancia, así como la idea de sufrimiento de los apresados, que se mueven sin poder salir de su encierro (Curiosamente esta imagen se verá a menudo en el infierno cristiano del mundo románico, cambiando al rey por un demonio)
Algunos siglos posterior es la Estela de Naram Sin, un caudillo acadio conocido por sus hazañas bélicas, su falta de piedad y su propia soberbia, que le hizo compararse a los dioses, cayendo entonces en desgracia.
Tomado de http://commons.wikimedia.org/wiki/Category:Victory_stele_of_Naram-Suen
Su composición resulta mucho más avanzada, dividida en varios planos diagonales que representan al ejército, el caudillo en perspectiva jerárquica y la montaña (sagrada en Mesopotamia y origen de la forma de sus templos o zigurat) y la divinidad solar en la parte superior.
Tomado de
http://commons.wikimedia.org/wiki/Category:Victory_stele_of_Naram-Suen
Quizás sea este detalle el de mayor calidad artística, precisamente donde el horror de la guerra se manifiesta de una forma tan cruda (y excepcionalmente moderna, ¿o somos nosotros, los ciudadanos del XXI los que repetimos estos rituales casi atávicos?). El poder del vencedor se ensalza con un cuidado trabajo de su anatomía, que ya no se muestra tan plana con en la Estela de los Buitres, sino presenta una musculatura desarrollada.
Bajo sus pies se encuentran los enemigos. Uno muerto, pisoteado, otro recién alcanzado por una lanza en su cuello y que se debate en la muerte mientras a su derecha una mujer implora el perdón que nunca llegará, pues era habitual la conversión de los vencidos en esclavos, la violación de las mujeres, la destrucción total de la ciudad conquistada…
Esta violencia debió ser algo consustancial a estas primeras civilizaciones, observar si no el siguiente texto
En los alrededores de Eltekeh sus filas fueron atraías contra mí y afilaron sus armas. Con la ayuda de Asshur mi señor peleé contra ellos y los derroté. Los carros egipcios y príncipes con los carros del rey de Meluhha yo los capturé vivos en medio de la batalla. A Eltekah y Timna yo puse sitio y conquisté y expolié. Vine a Ecrón, degollé a los oficiales y nobles que habían pecado y colgué sus cuerpos en maderos por la ciudad. Los habitantes que cometieron crímenes y maldades los conté como botín y al resto, que no eran culpables de pecado o maldad no los culpé de crimen y ordené su libración. A Padi, su rey lo saqué de jerusalén y puse su trono de señorío sobre ellos y les impuse tributo por mi señorío.
Tomado de proel.org
¿No habéis visto miles de veces esta escena en el telediario? Pues se creó hace más de 43 siglos.
sábado, 21 de noviembre de 2020
El libro del sábado. Wu Ming. Proletkult
La revolución rusa vista desde los ojos de unos alienígenas (precisamente unos extraterrestres que han culminado su propia revolución socialista pero han fracasado en su relación con el medio ambiente, destrozando su propio planeta, Nacum)
Parece un poco ¿posmoderno? Tal vez (como los propios autores, que son un grupo de autores de los que ya hemos hablado). Pero lo cierto es que es una maquinaria perfecta para realizar un análisis de la revolución rusa , sus obsesiones (las de Lenin y luego las de Stalin, su búsqueda de organización y matematización de toda la vida, lucha contra cualquier pensamiento opositor e, incluso, puramente lateral, propaganda y constantes purgas como dos caras de la misma moneda) y sus vacíos (la mujer, el medio ambiente, la pura y simple felicidad de las cosas individuales, los puros sentimientos, su olvido de una verdadera, creativa y humana cultura que libere mentalmente a las clases obreras...)
El protagonista es una figura excéntrica pero histórica, Bodgánov (escritor y filófoso interesado en las estructuras económicas y de poder, médico que realiza las primeras transfusiones de la historia, buscando la eterna juventud, y activista cultural que creó la figura del Proletkult, institución que busca la creación de una verdadera cultura obrera- y no pura propaganda - que terminará por ser eliminada por el propio Lenin antes de morir.
La novela, que juega constantemente con una narración en donde pasado y presente se solapan, es una dura y afilada crítica a Lenin, su obsesión por la unidad y la ortodoxia (a menos que él mismo quisiera saltársela), su desprecio de la cultura en favor de la política..., como si en el fondo, todo el horrible periodo de Stalin no fuera otra cosa que la cosecha de lo que Lenin plantara.
NUESTRO ÍNDICE DE NOVELA HISTÓRICA
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miércoles, 18 de noviembre de 2020
sábado, 14 de noviembre de 2020
El libro del sábado. JORGE EDWARDS. Adiós poeta... Una biografía del Neruda maduro
martes, 10 de noviembre de 2020
sábado, 7 de noviembre de 2020
El libro del sábado. La Virgen de los sicarios. Fernando Vallejo
Una verdadera bomba que le explota en las manos al lector nada más comenzar la lectura, impidiéndola soltar hasta la última frase.
Contada en una tremebunda primera persona de un maduro cultivado pero mucho más atraído por el riego que por las letras, nos llevará por el Medellín dislocado tras la captura del gran Capo Escobar que ha dejado a su albur a centenas de sicarios que actúan por su cuenta, creando un verdadero purgatorio (a veces se tiene ese sentimiento de Dante) de asaltos, robos, asesinatos entre bandas junto a otros totalmente indiscriminados.
La novela se mueve entre la pasión homosexual de sus protagonistas y esta violencia total. Dos maneras de belleza última y sublime que unen Eros y Thanatos, casi como una tragedia griega de la que no pueden salir los personajes, condenados a una vida de suburbios, iglesias en donde rezan y bendicen balas los sicarios, morgues, venganzas encadenadas, soplones...
Tanto el estilo como la propia temática hace de esta obra un lugar muy recomendable para conocer estos mundos desde la más pura visceralidad
martes, 3 de noviembre de 2020
EGIPTO ANTIGUO. UN MILAGRO DE LA GEOGRAFÍA
El Nilo en la actualidad. Se puede observar perfectamente la franja de vegetación que aún hoy genera en medio del desierto
Tomada de wikipedia
Durante el Paleolítico (y por influencia de las glaciaciones) todo el Norte de África (el Sáhara actual) fue una amplia sabana de hierba, con una fauna de documental de la 2 (leones, gacelas, elefantes…) que representaron en sus pinturas rupestres gentes de la Prehistoria (en realidad sus pinturas esquemáticas al modo levantino, muy habituales en las zonas de Argelia)
Sin embargo, a partir del Mesolítico (en torno a 10.000 años a C) el clima se fue volviéndose cada vez más árido, y sólo una zona del Norte de África, Egipto, logró salvarse del cambio climático gracias al Nilo.
Ya Heródoto (el historiador griego) llamaba a Egipto el Don del Nilo, pues gracias a él pudo crearse y subsistir toda esta grandiosa civilización antigua, dándole agua y generando agricultura en su entorno.
Como ya sabéis, el Nilo sufre una crecida anual que corresponde con la primavera-verano. Ésta se produce por la época de lluvias tropicales del centro de África, al llegar los vientos húmedos del sur (lo que en Asia llaman Monzones).
Esta inundación es paulatina, lo que permite un cierto control sobre ella (al contrario que en Mesopotamia, con grandes riadas de un mayor carácter destructivo). Los egipcios lo controlaban a través del llamado nilómetro, que medía la crecida en varios puntos del río.
Nilómetro en la isla Elefantina.
Tomado de wikipedia
Para saber más de este nilómetro
Esta inundación no sólo aportaba agua, sino también sedimentos (la llamada tierra negra o limo) que se iba depositando sobre las tierras cultivables, lo que hacía de abono natural de la tierra.
Sin embargo para que todo funcionara perfectamente se necesitaba de una organización centralizada que controlara el nivel del río y la preparación de canales para que la inundación llegara a la mayor cantidad posible de tierras y luego sirvieran, también, para desalojar el agua una vez que ésta hubiera dejado sus sedimentos.
Tomado de megustalahistoriadeprimero.blogspot.com.
La mayoría de los historiadores piensa que esta fue una de las causas fundamentales de la rápida creación de un gobierno central (el faraón). Por otra parte, el desconocimiento de las causas de la inundación hacía que se creyera que eran los dioses quienes controlaban el curso del Nilo, atribuyéndole muy pronto a este faraón un carácter sagrado, intermediario entre los hombres y los dioses para así asegurar la persistencia del ciclo.
Por si fuera poco, el Nilo también fue fundamental como arteria comercial de todo Egipto y, a la vez, barrera por el sur (las sucesivas cataratas). Hacia el norte las embarcaciones eran empujadas por la corriente. Hacia el sur utilizaban los vientos (velas) y los remos.
En sus orillas crecían los papiros que sirvieron como primer soporte de la escritura y las palmeras, posible origen de la idea de columna. Otras formas vegetales, como el loto, sirvieron de motivos ornamentales para sus capiteles.
Capitel lotiforme Egipto. Luxor.
Tomado de wikipedia
Junto al Nilo, Egipto Antiguo tuvo otra ventaja geográfica. Los desiertos que le rodeaban le aseguraron protección ante ataques de otros pueblos y permitió la consolidación de una cultura con escasas influencias que fue desarrollándose con gran originalidad.
Sólo el Delta del Nilo servía como punto de contacto con el exterior. Sin embargo se trataba de una costa muy baja (llena de sedimentos) que permitía la entrada de pequeñas embarcaciones (como las que utilizaran los fenicios) pero dificultaban la entrada de grandes ejércitos.