Estos últimos días hemos estado trabajando sobre un pequeño relato de Cortázar (Sobre Cronopios y Famas), en especial sobre la historia de una línea.
El cuento ha servido de acicate y hemos decidido poner a circular nuestras líneas en Mejorada del Campo.
Os dejo algunos ejemplos de sus aventuras
De un boli color rojo que cogí, me salió una línea en el dedo gordo. Muy pronto la línea comenzó a moverse por mi cuerpo mientras me hacía cosquillas y yo me revolcaba por el suelo.
Fue ese momento el que aprovechó la línea para marcharse por las escaleras de mi portal, mientras yo la perseguía.
La línea iba a casa de un chico llamado Adrián, juntándose con la línea de él y marchándose juntas a la catedral de Justo.
Marcos Dictado (1º ESO F, IES LOS OLIVOS, Mejorada del Campo, Madrid)
Del dedo gordo de mi mano derecha la línea se va al baño, del baño a la ducha y en la ducha, empotrándose en los cristales, logra salir y llegar a la habitación. Allí se mete en la cama, y desde ella salta, da un golpe en la televisión, se estampa contra el espejo y se va al comedor para meterse en mi comida y de allí se marcha a los armarios, al salón, a la terraza, a la cocina en donde da un golpe a mi abuela y se baja las escaleras. Pero la línea no consigue abrir la puerta y tiene que meterse bajo el hueco para salir a la calle y, tras cruzar la carretera, llegar finalmente a la catedral de Justo
Adrián Charavía (1º ESO F, IES LOS OLIVOS, Mejorada del Campo, Madrid)
Desde que nací tengo una pequeña línea que empieza en mi dedo gordo de la mano izquierda, pero sólo la podía ver yo, pues es imaginaria.
Cuando empecé a crecer la línea cada vez se ha ido haciendo más larga, larga, larga... Tan larga que un día me dije: "Voy a seguirla".
Tardé mucho tiempo, pero cuando llegué al final de la línea me sorprendí porque llevaba... hasta la Catedral de Justo
Aitana Álvarez (1º ESO F, IES LOS OLIVOS, Mejorada del Campo, Madrid)